Diego Garrocho: "Pensar exige pausa, que nadie nos convenza de que parar es perder el tiempo"
El profesor de Filosofía, Diego Garrocho, reflexiona sobre la importancia del descanso, repasando diferentes posturas filosóficas a lo largo de la historia

Defendamos ese tiempo propio. Y sí, vamos a descansar, pero no por pereza, sino por dignidad.
Madrid - Publicado el
2 min lectura2:29 min escucha
Se acercan las vacaciones y muchos creemos que podremos desconectarnos del correo, de las prisas y del imperio de la actualidad, pero hay una culpa que late como un zumbido de fondo: la sospecha que descansar es algo así como perder el tiempo. Y ahí creo que la filosofía tiene algo que decirnos.
Aristóteles lo dejó claro en su Ética a Nicómaco: el ocio ('skholè'), no es evasión, sino la forma más elevada de la vida. El filósofo de Estagira pensaba que trabajamos para tener ocio y no al revés. Paradójicamente, nuestro mundo ha invertido ese orden. Descansamos sólo para rendir mejor. Incluso la palabra lo demuestra. Descansar parecería que es algo así como revertir el proceso del cansancio ya acumulado.
Séneca, el filósofo romano, escribió un pequeño tratado en el que reflexionaba sobre el ocio y en él advertía que el tiempo de descanso no es sólo un tiempo para no hacer nada, es un momento imprescindible para cultivar la virtud y la reflexión. El descanso, entonces, no es tiempo para tumbarse sin más, sino que es una oportunidad para la contemplación. El 'otium' romano no era la nada, sino era un tiempo dedicado a hacer lo verdaderamente importante.
Incluso Kant, ese filósofo que siempre nos suena como a rigores alemanes, habló en su Antropología desde un punto de vista pragmático del juego, el humor y el paseo como necesidades del espíritu. No todo es deber, también debe haber algún espacio para la ligereza.
Y si esto todavía nos suena demasiado severo, podríamos recurrir a Nietzsche, quien en Humano, demasiado humano advirtió: quien no dispone de dos tercios del día para sí mismo, es un esclavo, sea lo que sea: político, comerciante, funcionario o erudito.
Así que defendamos ese tiempo propio. Y sí, vamos a descansar, no por pereza, sino por dignidad. Porque pensar exige pausa y la vida buena exige tiempo. Que nadie nos convenza de que parar es perder el tiempo y, en el fondo, recordemos que solo descansa quien sabe vivir.
Así que felices vacaciones, aunque nos veremos y nos escucharemos por aquí todavía un poco más. Pero, por favor, no abandonen la radio, que la Cadena COPE les seguirá, incluso por internet o en la app, allá donde marchen.



