Un estudio realizado por la Universidad de Durham, en el Reino Unido, ha revelado que los bebés que se encuentran en el vientre materno son capaces de reaccionar a lo que comen sus madres. La doctora Beyza Ustun esplica que para descubrirlo dieron a las madres embarazadas cápsulas de sabores 20 minutos antes de hacerle una ecografía.

El estudio es el primero que demuestra reacciones del feto a distintos sabores. En total, participaron 100 embarazadas de entre 32 y 36 semanas de gestación . Primero hicieron una ecografía y luego otra a las seis semanas. “La razón de hacer dos ecografías era ver las expresiones faciales y cómo cambian después de 6 semanas, porque son más complejas cuando se forman los músculos, son expresiones más maduras”, explica la investigadora.

La reacción del bebé en el útero tras comer col rizada

Como la propia doctora Ustun explica, “si estaban expuestas al sabor de la zanahoria, ponían una cara similar a la sonrisa, mientras que con la col rizada tenían cara de tristeza”. Un hallazgo que el divulgador científico y colaborador de La Linterna, Jorge Alcalde, calificaba con Ángel Expósito de “sorprendente”. “Lo primero que sorprende es que en pleno proceso de gestación ya se estén produciendo las primeras reacciones al gusto, y dependen mucho del olfato”.

“Eso es lo que más interesa, ver cómo se está desarrollando ya con apenas 30 semanas de gestación ya se están desarrollando las moléculas que permiten que olfateemos las cosas y las degustemos”, insiste el colaborador de COPE. Y es que, tal y como explica, la alimentación de la madre es fundamental, ya que hay una conexión sanguínea muy intensa, que puede transmitir enfermedades. “Si la madre fuma o bebe alcohol tiene efectos directos sobre los bebés. Pero esto tiene una relación directa con las reacciones”.

Las consecuencias del estudio sobre los bebés

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La doctora Ustun cuenta que las investigaciones “dan evidencias directas de que se llevan a cabo comportamientos discriminatorios en el útero”. “La utilidad del estudio puede que sea que, si comprobamos que pueden oler y distinguir el sabor de los alimentos, se pueden trabajar sus hábitos de alimentación desde el útero”.

No obstante, hay expertos que dicen que tenemos que esperar un poco porque podemos estar ante reacciones reflejas que tenga que ver con mecanismos neuronales y químicos que tengan que ver con la ingesta de estos alimentos. No obstante, Alcalde incide en la relevancia del estudio: “¿qué va a antes? ¿el huevo o la gallina? ¿la reacción química a la ingesta o viceversa?”