CaixaProinfancia ofrece un verano de oportunidades para niños y niñas en situación de vulnerabilidad

Gracias a la Fundación la Caixa y sus más de 650 millones de euros al año se pueden llevar a cabo muchos proyectos para cubrir las necesidades de los más vulnerables en las comunidades autónomas. Una de esas necesidades son los campamentos de verano. Esta iniciativa se lleva a cabo gracias a la colaboración de más de 300 entidades sociales que organizan actividades de verano en toda España y garantiza que 30.000 menores tendrán campamento este verano.

Las actividades proporcionan un entorno seguro y estimulante durante las vacaciones escolares al tiempo que fomentan el desarrollo personal a través de la convivencia, el juego y el aprendizaje. Es importante señalar que se trata de ocio de calidad para los niños y los adolescentes, y que tiene un impacto muy positivo en todos estos chavales.

La idea es que los niños y los adolescentes en situación de vulnerabilidad tengan acceso a los mismos campamentos, ocio y aprendizaje que todos los demás. Es importante destacar que durante las vacaciones estos chicos pasan mucho tiempo solos y con estos campamentos tienen una cobertura segura. Las entidades vinculadas al programa CaixaProinfancia destacan el papel fundamental de las actividades de verano como espacios de crecimiento personal y social seguros. De hecho, el programa CaixaProinfancia tiene como objetivo romper el círculo de la pobreza heredada a través de un modelo de intervención integral y en red. Además de las actividades de verano, ofrece durante todo el año refuerzo educativo, atención psicoterapéutica, talleres familiares y ayudas para alimentación, higiene infantil, gafas, audífonos y equipamiento escolar. Los datos son apabullantes. En 2024, CaixaProinfancia atendió a cerca de 66.000 niños, niñas y adolescentes y a 41.000 familias en 148 municipios de toda España.

Desde su creación, el programa ha acompañado ya a más de 392.000 niños, niñas y adolescentes y a 227.000 familias. Actualmente, cerca de 500 entidades sociales colaboran en su implementación y su seguimiento adaptando las intervenciones a las necesidades de cada territorio y de cada familia.