"Las vacaciones de Pedro Sánchez en La Mareta, lo que se dice 'vacaciones', no parece que vayan a ser"

Rubén Corral analiza en 'La Linterna' las vacaciones del presidente del Gobierno en su residencia vacacional de Lanzarote. Con asuntos de gran calado, como los casos de corrupción o la continuidad de su gobierno, estos días La Mareta se va a convertir en un despacho.

- 5 min lectura | 6:40 min escucha

Pues hoy, 4 de agosto, tenemos al presidente del Gobierno en La Mareta, su habitual residencia vacacional para el verano.

Estamos hablando de unas de las residencias de la familia real española, que está situado en el municipio de Teguise, en Lanzarote. La Mareta fue un encargo del rey Huseín I de Jordania a finales de los años 70, diseñado por el arquitecto Fernando Higueras y por el artista César Manrique. Finalmente, Huseín I regaló la residencia a Juan Carlos I y desde hace algunos años la gestiona Patrimonio Nacional. Allí se han hospedado miembros de la familia real. De hecho, en enero del año 2000, murió María de las Mercedes de Borbón, la abuela de Felipe VI, se han alojado presidentes del Gobierno como José María Aznar o José Luis Rodríguez Zapatero y también dirigentes mundiales como Mijaíl Gorbachov, Helmut Kohl, Gerhard Schröder o Václav Havel —el checo—.

Bueno, el caso es que para Pedro Sánchez se ha convertido en visita obligada todos los años en verano desde 2018. Este verano va a estar allí más de 20 días: tiene 23 días de vacaciones. Cierto es que un cargo como el de presidente del Gobierno requiere 24/7 los doce meses del año. Y de hecho, creo que es bueno que todo el mundo tenga derecho a desconectar algunos días. Es necesario, hay que limpiar la mente.

En España, los trabajadores tienen derecho a un mínimo de 30 días naturales de vacaciones retribuidas. Eso según el artículo 38 del Estatuto de los Trabajadores. Esto equivale, aproximadamente, a 22 días laborables, asumiendo una semana laboral de lunes a viernes. Luego están los Convenios Colectivos o los acuerdos individuales, que pueden establecer un periodo de vacaciones superior. Eso es lo que marca la ley, pero la realidad es que hay muchos autónomos, por ejemplo, que a duras penas pueden tomarse una semana, si es que encuentran un hueco.

Es cierto que las vacaciones del presidente del Gobierno no están reguladas por ley, no existe un número de día fijo y, tradicionalmente, este periodo de descanso veraniego se adapta a las necesidades y a las responsabilidades. Los despachos con los ministros y las reuniones de trabajo también tienen hueco en verano.

Los 23 días de Pedro Sánchez pueden parecer muchos en la situación en la que está el país, pero está en el rango del español medio. Se me puede decir que no es un ciudadano normal. De hecho, no se comportó como un ciudadano normal durante esos cinco días de reflexión tras su carta a la ciudadanía, cuando estalló el caso de Begoña Gómez. Un ciudadano normal no habría tenido esa posibilidad. Pero hay que decir que en el caso del presidente del Gobierno, pues es un trabajo con una gran responsabilidad y no es una máquina; necesita descanso.

Es verdad que sobre la mesa tiene muchos asuntos de gran calado: fundamentalmente, los casos de corrupción que le cercan, que podrían poner en riesgo incluso la legislatura. Quizás por eso, para ver las cosas más claras, para analizar mejor todo lo que está ocurriendo, para coger distancia y recargar pilas, Sánchez necesite más que nunca las vacaciones. Hoy nuestro compañero Ricardo Rodríguez está contando que Pedro Sánchez va a utilizar estos días en Lanzarote para planificar su estrategia de cara al nuevo curso político. La verdad es que la cosa está complicada, los casos de Ábalos, de Cerdán, de Koldo, el de su mujer, lo de su hermano... Todo eso unido a la falta de capacidad del Gobierno para sacar adelante sus proyectos, pues prácticamente no le dan margen. ¿Qué es lo que está pensando, entonces, Sánchez?

Pues, al parecer, busca retomar la iniciativa, sacar adelante una agenda más social para convencer a los socios y alejar la imagen de parálisis legislativa. Estos días, La Mareta se va a convertir en un despacho. Cuenta nuestro compañero Ricardo que el objetivo de Sánchez es sacar adelante los Presupuestos y no convocar elecciones hasta 2027. Al parecer, el presidente escucha a los que tiene alrededor, lo hace más que nunca, y se plantea todas las opciones.

Todas las opciones, incluso las más arriesgadas, ¿eh? Ya sabemos que Sánchez vive sobre el alambre. Dicen que estos días van a pasar por la residencia de Lanzarote Salvador Illa y José Luis Rodríguez Zapatero. Ambos, Illa y Zapatero, parecen haberse convertido en sus principales consejeros. De hecho, Illa ya le visitó cuando estalló el caso Cerdán. Y con él, con Illa, está poniendo a prueba su hoja de ruta para Cataluña. Por cierto, y esto merece un comentario, dato a tener en cuenta: Cataluña se ha convertido en el único gran granero de votos para Sánchez, ¿eh?

Y luego está Zapatero, que es una especie de catalizador. Hasta hace un par de años, pues era el hombre de Maduro en Europa, el hombre de confianza de Delcy Rodríguez en España. Esto cambió durante la última campaña electoral porque Zapatero ejerció de revulsivo, levantó los ánimos de un electorado que venía muy tocado después de perder las elecciones autonómicas y municipales. En ese momento, Zapatero empezó a pasearse por platós y por estudios de radio y levantó la moral de la tropa. Con Felipe González en contra, Sánchez ha encontrado en Zapatero un elemento de legitimidad ante los suyos. En el último año, la presencia de Zapatero ha sido mucho más visible: de estar ahí, en la sombra, pues ha pasado a aparecer en cada una de las cuestiones delicadas para el Ejecutivo de Sánchez. Sigue figurando en todo lo relacionado con Venezuela, pero a eso hay que unir su cercanía al lobby chino y sus últimos contactos con Puigdemont.

La duda es si estas visitas que va a recibir son para montar una cámara de eco que le reafirme, lejos de una realidad más crítica, o al menos plural, de la que parece considerar a tenor de las intervenciones el presidente del Gobierno. Bueno, el caso es que Sánchez tiene aún hasta el 25 de agosto, si no se incorpora un poquito antes, para poner en orden muchas cosas. Así que vacaciones, lo que se dice vacaciones, no parece que vayan a ser.

Visto en ABC

Programas

Último boletín

18:00 H | 04 NOV 2025 | BOLETÍN

Boletines COPE
Tracking