Se nos llenará la boca con las ayudas al coche eléctrico, con las infraestructuras y los puntos negros... con todo lo que quieras, pero ahora que estamos todos, de un modo u otro, al volante en verano... escucha el titular:

“Los conductores muertos tras consumir drogas se duplican en la última década”

¿Quién tiene la culpa de eso? ¿El gobierno, el director general de tráfico, los fabricantes de coches, el mal mantenimiento de las carreteras o el conductor que se droga y bebe? Siempre que abordamos asuntos de tráfico y de los conductores nos sale, como ese orgullo patrio de soy el mejor al volante, a la vez que esa convicción de que la culpa siempre la tiene el otro. Yo mantengo que en la inmensa mayoría de los casos la culpa del accidente, mortal o no, es nuestra, lo que pasa es que nos cuesta reconocerlo.

Los datos: el número de conductores muertos en accidentes de tráfico tras consumir drogas aumentó casi nueve puntos porcentuales en la última década, al pasar del 10 por ciento de 2008 al 19 de 2018, mientras que el de los que dieron resultados positivos en alcohol ha bajado levemente del 30,9 al 26,5 por ciento.

Son datos de la memoria anual del Instituto Nacional de Toxicología sobre la incidencia del consumo de alcohol, drogas y psicofármacos en las víctimas de tráfico, que recoge los análisis realizados a 751 fallecidos en accidentes de tráfico sometidos a autopsia habían consumido alcohol, drogas o psicofármacos. Estas cifras han llevado al fiscal de sala coordinador de seguridad vial, Bartolomé Vargas, a anunciar que mañana viernes dará a conocer un documento que está ultimando la Fiscalía para dar “una respuesta rigurosa” sobre todo al aumento del consumo de drogas al volante, especialmente cannabis y cocaína. Yo me pregunto, ¿por qué? ¿se nos ha ido la pinza? ¿hemos perdido el miedo o el respeto?

En el caso de los conductores el perfil medio es el de un varón de entre 25 y 54 años al volante de un turismo que había bebido o había consumido cannabis o cocaína. Un 94 % de los 232 casos positivos en conductores fallecidos son hombres y el 65,7 % está en una franja de edad de 25 a 54 años. El alcohol sigue siendo la sustancia más detectada en los conductores fallecidos. De ellos, un 71,1 % con una tasa de alcoholemia igual o superior a 1,2 gramos por litro de sangre. La mitad conducía un turismo, el 34 % una moto o un ciclomotor, el 5,6 % una furgoneta, el 5 % una bici y el 4,9 % un camión. En cuanto a los peatones, el perfil medio es un hombre mayor de 50 años que había consumido psicofármacos en un 52 % de los casos. Es curioso... la inmensa mayoría... hombres. En este sentido... otra pregunta, ¿quién conduce mejor... viendo las cifras, los hombres o las mujeres? Un 45,4 % de los 55 peatones que dieron positivo había consumido alcohol, un 21,8 % drogas y el 52,7 % psicofármacos.

El director general de tráfico, ha comentado que habrá que seguir aumentando los controles de alcohol y de drogas aunque ha recordado que se hacen más de cinco millones de alcoholemia al año y que en 2018 hubo 30.000 de drogas, la cifra más alta en cualquier país europeo. Pere Navarro mostró su preocupación porque “se ha banalizado el consumo del porro y la cocaína” y respecto a los psicofármacos ha pedido la implicación de los médicos para que al recetarlos adviertan de la incidencia que pueden tener en la conducción. Y es que se pueden buscar paliativos, medidas intermedias y excusas, pro quien se droga son esos conductores. Quien pisa el acelerador somos nosotros y quienes no descansamos los suficiente, reconócelo, también somos nosotros.

Quédate con el titular: “Los conductores muertos tras consumir drogas se duplican en la última década”.

¿Quién tiene la culpa de eso? ¿El Gobierno, el director general de tráfico, los fabricantes de coches, el mal mantenimiento de las carreteras, o el conductor que se droga y bebe? En la inmensa mayoría de los casos.... un hombre