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Es curioso esto de la corrupción en torno a la política española. De entrada, la risa va por barrios. ¿Te acuerdas de la que se lió, y con razón, con las tarjetas Black de Caja Madrid? Insisto: con todo merecimiento.

Pues hete aquí que reaparece el asunto de la famosa fundación Faffe de la Junta de Andalucía. Resulta que el jefe de esta patraña y sus compadres se gastaron la tarjeta de crédito, que por cierto su saldo recargábamos tu y yo, se lo gastaron no sólo en puticlubs, ¡qué va!

Recordemos. La Fundación Andaluza Fondo de Formación y Empleo pagó de forma irregular gastos en la feria de abril de Sevilla y copas en un local nocturno de Málaga. Así lo han confirmado testigos que han declarado a la Guardia Civil en el marco de la investigación abierta por el juzgado sobre el supuesto desvío de fondos públicos por parte de esta fundación ya extinta.

En la declaración de los trabajadores de la Faffe se han revelado numerosas irregularidades que se suman a otras aportadas por la Guardia Civil. Por ejemplo, una factura de 2.511 euros en la feria de Sevilla, junto a multas de tráfico, cestas de bebés, joyas...

La investigación se inició por parte de la Guardia Civil con el pago de una tarjeta de la Faffe de 14.737 euros durante la noche del 22 al 23 de marzo de 2010 en un prostíbulo sevillano. Posteriormente, un individuo pagó en metálico al local y anuló la tarjeta en Unicaja con la excusa de una pérdida o robo.

Fernando Villén, gerente de la fundación a la que pertenecía la famosa tarjeta, reconoció los pagos por 31.969 euros, pero los justificó con que se trataba de una confusión entre esa tarjeta de la Faffe y la suya personal, e hizo hincapié en que devolvió el dinero de su propio bolsillo. O sea, que se va de puta, pero con su dinero. ¿Te imaginas a su familia? ¿Este señor progresista y reformista, como buen socialista, feminista, por supuesto tendrá esposa, hijos o hijas?

Como digo, es curioso todo lo que rodea a esto de la corrupción.

1.- Los medios, sin dar nombres, ¿te imaginas que el protagonista de esos gastos, en vez de ser este sujeto del PSOE, hubiera sido un ex presidente del PP en una caja o en una Comunidad Autónoma?

2.- ¿Dónde están las feministas del PSOE, o de Podemos, o las indepes, defendiendo a esas prostitutas explotadas por esos ricachones y por esos clientes? ¿Dónde están Carmen Calvo, Begoña la esposa de Pedro Sánchez o Isabel Celáa gritando pancarta en mano contra esta gentuza y en favor de esas mujeres maltratadas?

3.- ¿Y la ministra de Justicia? Supongo que estará metida en su despacho del palacio del Parcent, encerrada bajo siete llave, porque como salga criticando esto le soltarán a la cara lo del prostíbulo de lujo del ex comisario Villarejo. “Éxito asegurado” que le dijo Dolores Delgado.

4.- Decía mi padre, y me lo decía con razón, que en asuntos de dinero duele más una comilona de unos miles de euros que un desfalco de millones en Suiza. Porque la comilona la entendemos todo, pero lo del blanqueo, la evasión y los paraísos fiscales, eso se nos escapa a la mayoría de los mortales.

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y5.- Entre el procés, la exhumación de Franco, la precampaña electoral, las primarias de Ciudadanos y Pablo Iglesias que “vu - El – ve”. Esto de la Faffe pasará sin pena ni gloria… Pero yo me resisto.

Porque esa tarjeta de crédito confirma el denominador común de todo buen corrupto: se sienten impunes.

Los de la Gürtelll se creían los reyes del mambo porque aquel PP era insustituible. Urdangarín se creyó que por su esposa y su suegro. No le tosía nadie; los Pujolones... Menudos son los Pujolones, la familia. Pensaron que estaban por encima incluso de Cataluña. Y Bárcenas, y la Púnica. Y los de Canal. Pensaron que con dinero se tapaba todo.

Y estos de los ERE... Igual. Esta chusma de la Junta de Andalucía, este régimen del PSOE, pensaron lo mismo: somos impunes.

Les dieron igual las comilonas, las prostitutas , las juergas o la UGT.

Por eso, yo insisto: “¿donde están?”, “no se ven”... Las de la pancarta del otro día en defensa de esas chicas explotadas, tratadas y prostituidas por esta gentuza inmoral del pose andaluz.

Eso sí, como la casi exjefa, todos y todas, muy progresistas, reformistas y feministas…

¡Ja!... de putas, con una tarjeta que recargamos tu y yo.