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Servidor termina el curso. Salvo sobresalto o causa mayor salvo que la actualidad obligue, el abajo firmante me voy de vacaciones. Por eso y ante la que está cayendo nos despedimos con una sonrisa (o con una lágrima) porque muchos de los ripios de este Consejo de ministros son para llorar.

Nueva edición de "frases para el mármol" dichas, clamadas o expulsadas por miembros del Gobierno. Hoy con la actuación estelar de su mismísima Sanchidad y con Súper Yol divina de la muerte.

Empezamos, como no, por Pedro Sánchez y por nosotros mismos. Los poderes mediáticos. ¿Qué pasa? pues que se quedó corto. Y unas horas después, Su Persona aumentó el órdago como él solo sabe.

Y se lo dijo tal cual a García Ferreras en la Sexta. Con un par. Con toda su humildad y empatía. Y Hablando de humildad. No se corta ni un pelo. Ahora Nadia Calviño. Escucha qué convincente, qué seguridad, qué tranquilizador todo.

Quien nunca falla es Escrivá, ministro de Seguridad Social, sobre la reforma laboral.

¡Hala ! Y a callar. Ahora momentos estelares de la vicepresidenta Yolanda Díaz. Desde el respeto no se puede ser más cursi. Esta es muy buena. Yo no sé si habla así de raro a propósito. Ahora una perla. El bálsamo reparador y otra vez su hija.

Lo dicho. ¡Qué cursi!. Y no se lo escriben ¿eh? lo dice así ella solita. Y casi termino de nuevo con Él. Nadie conoce a la mayoría de los ministros (y ministras, por supuesto). Pero este olvido de Mr President fue muy significativo.

En la misma línea, este fue inolvidable. Inolvidable y mentira. ¿Equipazo?

¡Ah! y mi posdata.

La guinda de las frases para el mármol. Fue durante el Debate del estado de la coalición. Pedro Sánchez se pone a sí mismo como ejemplo de empatía. Te lo juro.

Me quedo sin palabras.

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