

"En el Consejo de Ministros me imagino el ambientazo: todos mirando hacia abajo, temerosos, pensando 'qué se habrán dicho de mí"
El director de 'La Linterna' analiza los mensajes entre Pedro Sánchez y Ábalos, en los que criticaban ampliamente a miembros del Partido Socialista y del Gobierno de Sánchez
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Voy a pedirle a José Luis Ábalos que nos salga el saludito de las 8. ¿Te imaginas algo así como 'hola soy José Luis Ábalos, soy feminista porque soy socialista, esta es una buena hora'? En fin, es broma, casi mejor que no, que igual aparezco en sus memorias. Así que como que como que no me apetece.
Reconozco que me da vergüenza seguir con el lío de los WhatsApp entre Pedro Sánchez y José Luis Ábalos y lo que te rondaré, seguir con las juergas con pilinguis, con esa amistad fraternal entre ambos que no sabrán... Reconozco que me provoca estupor y asquito, sobre todo, cuando este culebrón coincide con la semana en que se puede fraguar el inicio del fin de la guerra del monstruo Putin contra Ucrania.
Trump en Oriente Medio, Zelenski casi camino de Estambul, Putin haciendo de Putin y nosotros con el gobierno pergeñando la próxima mentira para sacudirse los escupitajos que ellos mismos lanzan hacia arriba.
Enseguida vuelvo con esta banda. Antes, sobre Ucrania intentando no confundir mis deseos con la realidad. Rusia sabe que no puede conseguir mucho más de lo mucho que ya conquistó en 2014. No lo reconocerán, pero Zelenski sabe que no va a recuperar el territorio perdido.
Estados Unidos y la UE quieren que esto termine cuanto antes y están de acuerdo, aunque disimulen, y China, que solo va a lo suyo, también. Ucrania no va a entrar en la OTAN, pero sí en la UE, y a modo de conclusión deberíamos aprender las lecciones.
Y creo que lo estamos haciendo poco a poco. El régimen de Putin es una amenaza real contra Europa, la invasión de Ucrania es solo un ariete y la clave es la guerra híbrida de Putin contra nosotros. Ciberguerra, inmigrantes, mafias, et.
Saldremos de dudas en las 48 horas. De vuelta a España, Esta casa es una ruina, o Aquí no hay quien viva, recuerda esta frase de Ábalos en la moción de censura contra Rajoy.
Celebraciones, corrupción, y lo de los paradores, ¿qué, macho? Ahí sigue el tío, diputado en el grupo mixto, aforado gracias a su amigo del alma, Pedro Sánchez.
La penúltima la leo en The Objective. Parador de Sigüenza, primavera de 2021, José Luis Ábalos se alojó una noche en este parador acompañado de una joven. Junto a ellos, su asesor Koldo, tres escoltas y otras dos mujeres. Así lo relatan varios trabajadores del establecimiento, entre ellos los dos responsables de limpieza y mantenimiento, que tras una fiesta nocturna, hallaron los destrozos en la suite 210, donde se alojó el ministro.
Allí encontraron, comillas, “restos de cocaína y desperfectos en el mobiliario”. Claro me pregunto, ¿y Óscar López, ande andará? Y, por lo tanto, el presidente del Gobierno. ¿No se enteraron de nada ninguno? Por favor.
La última, leo en El Debate, “Pedro Sánchez se reunió con Ábalos justo antes de que la Guardia Civil desarticulara la trama de corrupción que le salpica”. El presidente citó a su amigo en los jardines de la Moncloa para, comillas, “evitar escuchas”.
El encuentro duró hora y media, mayo de 2023, antes de ayer, justo unas semanas antes de meterle en las listas por Valencia.
Sánchez ya lo sabía todo o casi. Y mi postdata: esta mañana Consejo de Ministros y me imagino el ambientazo; todos y todas mirando hacia abajo, sin atreverse a cruzar la mirada con el líder supremo, temeroso, temerosas y sumisos, como los Óscar y pensando, “qué se habrán dicho, qué se habrán escrito Pedro y Ábalos sobre mí. Seré una petarda, tendré estulticia, seré un maltratador, vomitivo, un pájaro... Elige el título, te doy opciones.
Aquí no hay quien viva, Esta casa es una ruina, Apocalipsis Zombie, La que se avecina, o si no, mira ,mejor, Resacón en el parador de Sigüenza. Y a lo mejor, si no te gusta, ese Resacón en el parador de Teruel.