Ayer, el Papa Francisco, en su mensaje de Domingo de Resurrección,  reclamó a Europa “soluciones innovadoras” y a no dejarse llevar por el egoísmo. El Pontífice destacó en el momento histórico en el que nos encontramos, y el peligro de volver a caer en la senda del egoísmo que tanto daño ha hecho a Europa en su historia. El mensaje del Papa llega en un momento en el que la UE está en entredicho como quizás nunca antes en su historia. Todo por lo que se percibe como débil respuesta ante la crisis desatada por el COVID 19.

Europa está en una encrucijada y nos preguntamos. ¿Cuándo antes la UE a atravesado momentos de crisis y de dificultad? El propio proyecto comunitario nació de la mayor de las crisis. Del trauma de la Segunda Guerra Mundial. Cooperación e ilusión sobre una base realista. Las excesivas ambiciones llevaron a descabalgar en 1954 la Comunidad Europea de Defensa. Sesenta años más tarde, Europa sigue siendo hoy un pigmeo en lo que se refiere a una defensa común.

Jean Monnet dijo que Europa se construiría a través de procesos de crisis. La escapada hacia adelante de la historia de la Unión ha sido un crecimiento constante, hacia el sur, hacia el este, que sirvió para ocultar problemas estructurales, pero que no se imponían a lo que ha sido el proyecto europeo durante gran parte de su historia: Una gran ilusión. Ilusión, en ambos sentidos del término: Ilusión como esperanza e ilusión como espejismo. En el primero de ellos cabe pensar en la esperanza de una ciudadanía y de unos valores compartidos. De la libertad de movimiento, y de las oportunidades crecientes para todos. En la idea de Europa como un proyecto de valores compartidos, que funcione como foco de esperanza para otros. La segunda aceptación se hizo fuerte con el fracaso de la llamada Constitución Europea en 2004 y con el triunfo de la percepción de Europa como una burocracia distante y poco democrática.

La crisis actual determinará cuál de los dos contenidos de la palabra ilusión es el que domina el década que se ha iniciado, de la manera más ominosa posible.