"Cada vez que veo a Ábalos intentando aparentar algo de sensibilidad, me resulta tan patético como ridículo"

Ábalos y Koldo ante el Tribunal Supremo. No sé si la cosa ha rebajado las expectativas, pero como había tanto runrún de si tirarían de la manta o de si se decretaría su ingreso en prisión, el tema es que no han querido declarar, que han quedado en libertad por ahora y que todo sigue a la espera de Santos Cerdán el próximo día 30.

Algo así como el chiste del dentista entre ellos dos, no sé si entre los tres, a que vamos a llevarnos bien. Titular: que Ábalos no se reconoce en esas grabaciones y que los audios de las señoritas, que es un pedazo de eufemismo como un castillo, le han hecho mucho daño.

Mira, me caen unos lagrimones por aquí; cada vez que veo a Ábalos intentando aparentar algo de sensibilidad, me resulta tan patético como ridículo. Si los audios ya repugnan, la reacción diciendo que no se reconoce la voz me resulta atroz.

Para situación delicada e insoportable, las de Jéssica, 20 minutos, la de Claudia, la de Gijón, la de Andrea, la última, la de la colombiana, la de Ariadna o la de la nueva que, entre comillas, se lo monta que te cagas. Cierro las comillas. Eso sí que es una situación delicada y a ellas sí que han tenido que hacerles daño. Tipos como él o como Koldo.