"Es físicamente imposible que Pedro Sánchez no supiera nada de nadie y nada de nada"

Es físicamente imposible que Pedro Sánchez no supiera nada de nadie y nada de nada. Imposible.

Siendo como es el padre de la obsesión por Isabel Díaz Ayuso, es imposible que no supiera las correrías, con los telefonitos, del fiscal general del Estado ni toda su estrategia. Es imposible que no supiera los clientes, los chanchullos, las citas, los patrocinios de Begoña, sobre todo porque eran en Moncloa.

Es imposible que no conociera las vergüenzas —quiero pensar que no al detalle, por repugnantes— de Ábalos, Koldo y compañía. Seguimos sin saber por qué le echó del Gobierno y, lo más grave, por qué le recuperó hace solo dos años como número dos por Valencia para las elecciones generales. ¿Por qué?

Y la última. Sabiendo cómo manda, sabiendo cómo es, es imposible que no supiera el enchufe del hermano en la Diputación de Badajoz, al margen del espectáculo para el bochorno del PSOE en Extremadura.

Por todo eso y por mucho más, no sé dónde estará la equis de cada caso, pero es imposible que Pedro Sánchez no supiera nada de nada ni nada de nadie.