El Supremo ha dicho NO a los indultos del procés. Para tomar su decisión consultó a Fiscalía y a la Abogacía del Estado. Pero también a las cárceles catalanas donde están los presos. Tú has tenido acceso a esos informes penitenciarios, ¿qué dicen?

Son informes muy favorables a los líderes independentistas con expresiones en las que destacan su predisposición al diálogo, su rechazo a la violencia, su capacidad autocrítica, su bajo riesgo de reincidencia, su defensa de la negociación. Si quieres, elige tu el nombre del preso que te interese y yo te digo qué dicen de él.

¿Y Junqueras?

Pues de Junqueras, la cárcel de Lledorners dice que es -te cito textual- “altruista, siempre dispuesto a ayudar. Es una persona respetada y querida tanto por las actividades docentes que lleva a cabo como por su talante conciliador, integrador y cercano". Fin de la cita. Hay que tener en cuenta que estos son informes de conducta. Se piden en el marco de la Ley del Indulto para calibrar las circunstancias personales del preso. De hecho, en los informes se deja claro que no se entra a valorar pensamientos ideológicos porque no son punibles.

¿Y qué dice de Jordi Sànchez, uno de los hombres de confianza de Puigdemont?

Y ha sido clave en las negociaciones para la formación del nuevo Gobierno de ERC y Junts per Catalunya. Te destaco una frase: “Cuenta con un sistema de valores y creencias desde la juventud y muy inmerso en el activismo social”. O esta otra: “Es un defensor acérrimo de la negociación y muestra un absoluto rechazo de la violencia como estrategia para la resolución de conflictos”. También tengo el informe sobre la expresidenta del Parlament, Carme Forcadell, que pone en valor, por ejemplo, que “ha contribuido a ayudar a que otras internas aumenten su autoestima y a que tomen conciencia de su valor como personas”.

¿Y de Jordi Cuixart, que dijo en el juicio que lo volverían a hacer?

Del líder de Òmnium Cultural destaca que "ha podido reflexionar, siendo capaz de valorar las consecuencias de sus actos y asumiendo su responsabilidad". En muchos de los informes se repiten los argumentos casi idénticos, y eso es algo que ha criticado el Supremo en su dictamen cuando dice que las cárceles catalanas no han hecho un enfoque individual de cada preso sino que siempre ha “unificado de forma contumaz el tratamiento” a los líderes independentistas. Es verdad que para muchos de ellos han tenido en cuenta las mismas actividades y talleres en los que han participado.

¿Y qué tipo de talleres son esos?

Hay un poco de todo, los hay de cerámica, de fotografía, actividades deportivas o socioculturales. Quizá los más profundos son unos talleres que se llaman diálogos socráticos. Según explican las cárceles, son actividades en las que se sienta a los presos a conversar con el objetivo de trabajar su empatía y dejar a un lado sus prejuicios.

¿Y estos informes exactamente quién los hace?

Los hacen las cárceles en las que se encuentran en ese momento. Los técnicos de la cárcel, en concreto lo que se llama los equipos multidisciplinares. Lo que sí es cierto es que Cataluña es la única comunidad autónoma que actualmente ejerce de manera directa la gestión de las cárceles. Tienen las mismas reglas que en el resto de España, pero depende de la Consellería de Justicia de la Generalitat. Hasta ahora dependían de una consellera de ERC y desde la formación del nuevo Gobierno catalán va a pasar a depender de otra consellera del partido de Puigdemont.

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