El Centro de Astrobiología estudia la radiación ultravioleta en Marte y esto dicen los resultados sobre si hay vida en el planeta
Un estudio plantea nuevas preguntas sobre la habitabilidad marciana y el riesgo de contaminarlo con vida terrestre

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¿Hay vida en Marte? La pregunta, aunque simple, continúa sin una respuesta concluyente. Así lo admite el investigador Daniel Viúdez-Moreiras, del Centro de Astrobiología (CSIC-INTA), en La Linterna. “La respuesta es que no lo sabemos”, afirma con claridad. “Marte es un planeta cuya superficie es hoy hostil para la vida”, añade.
La hostilidad se manifiesta en varios frentes: dosis extremadamente altas de radiación ionizante, una atmósfera seca con muy baja presión y sin agua líquida estable, y temperaturas gélidas. Sin embargo, Viúdez matiza: “Existen entornos protegidos, quizás en el subsuelo, en el interior de cráteres, cuevas, en altitudes polares e incluso en el interior de rocas que podrían atenuar estos condicionantes”.
Un factor menos limitante de lo que se creía
El avance del estudio se centra en la radiación ultravioleta, históricamente considerada uno de los factores más esterilizantes en Marte. Hasta ahora, los modelos sobre esta radiación eran solo eso: simulaciones. Pero esta investigación ha cambiado eso.
"Lo que hemos hecho con este estudio es medir por primera vez las dosis ultravioleta de la superficie de Marte”, explica Viúdez. Y lo han hecho gracias al instrumento REMS (Rover Environmental Monitoring Station), desarrollado en parte en España y que viaja a bordo del Rover Curiosity de la NASA, activo desde 2012 en el cráter Gale.
"Desde hace más de una década —cinco años marcianos— hemos registrado sistemáticamente esta radiación”, señala el investigador. Lo llamativo, dice, es que si bien sigue siendo alta, "no es tan esterilizante como se creía”.

Superficie de Marte
Marte tiene ozono (y mucho polvo)
Aunque en menor cantidad que la Tierra, Marte también tiene ozono, lo que modula la radiación ultravioleta. Pero un factor aún más decisivo es el polvo atmosférico. “Marte es un planeta muy polvoriento. Hay polvo en suspensión durante todo el año, en casi todas las latitudes”, comenta Viúdez.
Ese polvo actúa como escudo natural: “Hay días con variaciones de más del 30% en la radiación ultravioleta, y eso no lo esperábamos”. En ocasiones, las tormentas de polvo se convierten en eventos globales que “cubren prácticamente la totalidad del planeta”.
¿Estamos contaminando marte?
Uno de los aspectos más delicados del estudio es la posibilidad de contaminación biológica desde la Tierra. Viúdez lanza la advertencia: “Todas las misiones se esterilizan, pero esa esterilización nunca es completa. Siempre hay un porcentaje mínimo de microorganismos que puede llegar hasta allí”.
Y aquí es donde el hallazgo sobre la radiación adquiere nueva importancia. “Se pensaba que la radiación esterilizaba rápidamente cualquier forma de vida terrestre. Este estudio demuestra que no siempre es así”, dice. Hay momentos del día en los que los microorganismos podrían sobrevivir durante horas, e incluso días, especialmente si están protegidos por granos de polvo del regolito marciano.
Ese polvo, llevado por el viento, podría trasladar microorganismos hasta zonas consideradas de alto interés astrobiológico. “Podríamos estar contaminando Marte sin darnos cuenta”, concluye el investigador.
La paradoja de la exploración
El hallazgo plantea una paradoja inquietante: cuanto más cerca estamos de estudiar si hay vida en Marte, más riesgo corremos de introducir la nuestra. La presencia humana —incluso indirecta— podría poner en peligro el hallazgo más importante de la exploración espacial: el descubrimiento de vida extraterrestre.
Por ahora, la pregunta sigue en pie. ¿Hay vida en Marte? “No lo sabemos”, insiste Viúdez. Pero lo que sí sabemos ahora es que las condiciones no son tan incompatibles con la vida como se creía… al menos, no del todo.