Sandra Milena, la Misionera Idente que escucha a las víctimas de trata: "Las páginas más nobles de nuestra historia las escribe el perdón"
Ana Medina nos trae a 'La Linterna de la Iglesia' la labor que esta profesional realiza dando altavoz a estos hombres y mujeres para hacernos partícipes de sus heridas y de su historia de salvación

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"Gracias por escucharme". Es lo que muchas de las personas que ha entrevistado nuestra protagonista, le dicen cuando se apaga la cámara. Es la gratitud de las víctimas de trata cuando Sandra Milena Osorio Ocampo termina la grabación. Ella ha sido la encargada de realizar el proyecto social que la Conferencia Episcopal ofrece durante este Jubileo como “signo de esperanza”.
Esta profesional, Misionera Idente y técnica audiovisual, las ha escuchado y ha sido el altavoz que necesitaban para que todos prestemos ojos y oídos a estos hombres y mujeres que quieren hacernos partícipes de sus heridas y de su historia de salvación. Ella misma nos cuenta cómo es posible mostrar, hacer visible lo invisible: el perdón, la dignidad… «No tengo duda que las páginas más nobles de nuestra historia las escribe el perdón. Y el perdón es como una madre, engendra esperanza, confianza y puede volver a creer. Son actos concretos que hacen visible lo invisible porque están en el interior del corazón de su espíritu, del espíritu humano», cuenta esta profesional.

Para Sandra Milena esto no ha sido un trabajo más. Comprometida con una comunicación que trascienda, ella nos explica qué ha sido lo más especial de este proyecto: «Tocar con las manos la acción de Dios en las almas, ese trabajo que Él hace de restaurar una persona rota por dentro, que lo hace con ternura y delicadeza, muy cercanas a lo que es el papel de la maternidad. Para mí ha significado una llamada no sólo de atención sino de recuerdo de lo que significa mi maternidad ya no solamente espiritual como consagrada sino mística», explica.
Los materiales se ofrecen en la web de la Conferencia Episcopal con motivo del Jubileo, e incluye distintos vídeos para ir recorriendo este Año Santo acompañados del camino de sanación de estas personas. Y no solo incluye, la voz de las víctimas, de quienes han sido engañadas, explotadas, sino de esos rostros que, dentro de la Iglesia, han sido familia para ellas, han estado y siguen a su lado: entre ellas la Fundación Cruz Blanca; Auxiliares del Buen Pastor-Villa Teresita; las Adoratrices; las Oblatas del Santísimo Redentor; las Hijas de la Caridad, y Cáritas Española. Su autora nos cuenta que «tengo por un lado a un ser humano al que le ha sido arrebatada hasta su dignidad, y, por otro lado, tengo a otro ser humano dispuesto a acogerle y a ayudarle a levantar, a restaurar esta dignidad y su propia vida. Ver esta escena desarrollarse desde la entraña misma del corazón de Dios que es su iglesia es un terreno sagrado, es un privilegio».

No son idean abstractas sino realidad encarnada en historias. Y presenciar, ser testigo de esas historias maravillosas, a esta consagrada le ha dejado un gran aprendizaje. «Uno de los testimonios que más me impresionó fue el de una mujer abusada desde los ocho años, engañada y explotada por alguien cercano al entorno familiar. Esta mujer dijo: "yo sé que hay mucha gente que ha sufrido lo mismo que yo, pero yo he recibido otra oportunidad"».
El proyecto social está disponible en el apartado del Jubileo de la web de la Conferencia Episcopal Española.



