Monseñor Juan Antonio Aznárez es el nuevo titular de la Archidiócesis Castrense, una archidiócesis personal que se encarga de las Fuerzas Armadas de todo el país y las tropas desplazadas en el extranjero.

"Cuando te ordenas tanto como sacerdote como obispo lo haces, no para servirte a ti mismo, sino a la Iglesia", ha comentado el nuevo arzobispo Monseñor Aznarez en 'La Linterna de la Iglesia' de Irene Pozo. "Si la Iglesia te pide un servicio como este, encantado. Pero la sorpresa no te la quita nadie".

"Recibí la noticia del nombramiento cuando iba de camino a casa de mis padres y lo hice con absoluta sorpresa", ha reconocido. "Yo fui tirador de carros de combate durante la milicia hace muchos años en Valencia. Yo era cabo y estaba a cargo del almacén. Esa era mi experiencia, además de mi contacto con las Fuerzas Armadas cuando he estado en Navarra, y también con la Policía Nacional y la Guardia Civil".

Sobre si la labor al frente de una diócesis tan peculiar como es la castrense es muy diferente a la que podía estar realizando en Pamplona, el nuevo arzobispo ha reconocido que aún es pronto para confrimarlo: "Es cierto que las circunstancias son muy distintas, pero dentro de un año estaré en mejores condiciones de responder con conocimiento de causa".

En su homilía, el pasado domingo, durante la toma de posesión, monseñor Aznarez hablaba de aplicar la justicia de Yahve, que hoy, supone "curar, cuidar, acompañar, acoger y salvar" actuando "con delicadeza, con respeto y con ternura", una labor de servicio en la que las fuerzas armadas tienen mucho que decir. "No es invento mío sino que se inspiraba en la primera lectura de Isaías, que ya anunciaba a venida de Cristo", ha querido matizar el prelado. "Es muy necesaria para la vida personal, matrimonial, familiar y viviendo las respectivas vocaciones".