Fernando Millán, O. Carm.: "Tito Brandsma vivió una experiencia muy fraternal en Dachau"
El carmelita holandés fue beatificado en 1985 por el Papa Juan Pablo II y el próximo 15 de mayo será canonizado por el Papa Francisco

Fernando Millán, O. Carm.: "Tito Brandsma vivió una experiencia muy fraternal en Dachau"
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Tito Brandsma, el sacerdote carmelita holandés que murió en el campo de concentración de Dachau, Múnich, en 1942 tras suministrarle una inyección de ácido carbólico, fue beatificado en 1985 por el Papa Juan Pablo II y el próximo 15 de mayo será canonizado por el Papa Francisco. Quien lo conoce bien es el padre Fernando Millán, carmelita que además tiene algún escrito sobre este futuro santo, y que ha estado con Irene Pozo en La Linterna de la Iglesia.
"Brandsma fue carmelita, como principal rasgo, fue periodista generalista y dirigió un periódico y fue profesor universitario", ha dicho el carmelita padre Fernando Millán, autor de un libro sobre el futuro santo. "Él estaba un poco fichado porque en sus clases había hablado del nazismo, lo que él calificaba como 'neopaganismo'. Aunque el motivo concreto de su detención fue visitar y decirles a los directores de los periódicos, en nombre del episcopado holandés, que no podían publicar las consignas y propaganda nazi porque dejarían de ser considerados católicos".
El 19 de enero de 1942, Brandsma fue detenido. Su estancia en el campo de concentración de Dachau "donde fue una experiencia muy bonita porque allí hubo más de 2000 sacerdotes y religiosos", ha añadido el padre Fernando Millán en COPE, "así que tuvo una experiencia muy fraternal. Él allí demostró ser un hombre que sabía perdonar y que no se dejó vencer por el mal".
"Nadie quería ir a la enfermería porque corría el rumor de que allí se realizaban experimentos con humanos, algo que después quedó demostrado. Cuando alguien estaba muy débil y no les servía para estos experimentos les inyectaban ácido fénico y lo eliminaban", ha añadido Millán. "El proceso de canonización ha sido muy largo porque al principio era extraño tener un mártir del nazismo, aunque luego ha sido más habitual".