Rebeca Argudo, periodista: "El Instituto de la Mujer publica un estudio donde se nos dice que no les gusta que les llamen 'charos' y que eso es misoginia digital"

El término 'Charo', variante popular de Rosario, se ha transformado en una caricatura y un estereotipo exagerado para definir a "una feminista ceñuda que apoya incondicionalmente al PSOE". Así lo ha analizado la periodista Rebeca Argudo en la sección ‘Traficantes de Palabras’ del programa 'Herrera en COPE', a raíz de un informe del Ministerio de Igualdad que ha censurado esta palabra, considerándola tan despectiva como 'Cayetano' para la izquierda.

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Charo, por Rebeca Argudo | Traficantes de Palabras

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Un informe 'interminable y afectadísimo'

Rebeca Argudo ha calificado el estudio del Instituto de la Mujer, titulado 'Análisis del discurso misógino en redes, una aproximación al uso del término charo en la cultura del odio', como un texto de "ampuloso y engolado título". Según la periodista, se trata de un "interminable y afectadísimo circunloquio de 20 páginas" para comunicar una idea muy simple.

En el análisis, Argudo ha señalado que el informe se resume en una sola línea: "que no les gusta que las llamen charos y que eso es misoginia digital", un término que le "fascina" y le lleva a preguntarse "cómo será la misoginia analógica". La periodista critica que el texto se presente como un "simulacro etimológico" escrito "blanco sobre morado".

La ausencia del término 'señoro'

La crítica de Argudo se centra en que el informe omite una realidad presente en las mismas redes sociales que monitoriza. Según expone, las "feministas militantes" utilizan términos como "señoro o machirulo a cualquier hombre que disienta de sus exposiciones", lo que califica como un intento de "ridiculizar al hombre por sus ideas".

Aplicando un "elemental método deductivo", la periodista argumenta que si el uso de 'Charo' se considera "violencia simbólica y misoginia digital", entonces el término "señoro" debería ser interpretado de la misma manera: como una forma de "violencia simbólica" ejercida por mujeres para "ridiculizar al hombre".

A no ser que lo que pretenda este estudio sea sostener que solo los hombres agreden a las mujeres y que nosotras, incapaces de ello, somos inmaculados seres de luz"

Rebeca Argudo

Periodista

Finalmente, Rebeca Argudo concluye con ironía que la única forma de validar las conclusiones del informe sería aceptar su premisa implícita. "A no ser claro que lo que pretenda este estudio sea sostener que solo los hombres agreden a las mujeres y que nosotras, incapaces de ello, somos inmaculados seres de luz". Si ese es el caso, añade, "entonces, tienen razón las charos y no seré yo quien se la quite".