Zarzalejos desgrana la propuesta de Sánchez a Junts: "Comete un error de principiante"

El periodista José Antonio Zarzalejos ha analizado la nueva oferta de Pedro Sánchez a Junts en la sección 'Sexto sentido' del programa 'Herrera en COPE'. Para el analista, el presidente del Gobierno comete un "error de principiante" al tratar a los secesionistas como "socios dóciles", ya que considera que Sánchez es "un hombre con instinto de poder, pero con escasa cultura política"

Las verdaderas exigencias de Puigdemont

Según Zarzalejos, el expresidente de la Generalitat "necesita mucho más" que las medidas ofrecidas por el Ejecutivo. Sus reclamaciones pasarían por la delegación a la Generalitat de las competencias de inmigración, un compromiso tangible de la Unión Europea sobre la cooficialidad del catalán y un nuevo sistema de financiación para Cataluña similar al concierto vasco y navarro

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Nueva oferta a Junts de Sánchez, por José Antonio Zarzalejos | El sexto sentido

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Este nuevo modelo de financiación, ha detallado el periodista, debería empezar por la publicación de las balanzas fiscales. Además, Junts también reclamaría, según lo pactado en Bruselas, una consulta sobre la secesión amparándose de manera "claramente fraudulenta" en el artículo 92 de la Constitución

Zarzalejos ha advertido que "Puigdemont está en la tesitura del todo o del nada" debido a la "competencia inclemente" que le ha surgido con Aliança Catalana. Por ello, el analista cree que Sánchez "se equivoca" si piensa que puede convencerle con medidas menores como el aplazamiento del sistema de facturación digital.

Un grito de socorro

El colaborador de 'Herrera en COPE' ha descartado la versión de los medios progubernamentales que apuntan a un acuerdo bajo cuerda ya cerrado. Zarzalejos ha recordado que la mesa de negociaciones en Suiza se cerró, que el interlocutor del PSOE, Santos Cerdán, es un "presunto delincuente" y que del mediador salvadoreño, Francisco Galindo, "nunca más se supo"

Para el periodista, el movimiento del presidente es simplemente "lo que parece, un grito de socorro para evitar el naufragio". Lo ha calificado como "un gesto de humillación ajeno a la política decente" y, finalmente, como la expresión de "un miedo atroz a su futuro político, pero también personal"