Desde niño aprendió a usar los pinceles para caricaturizar el mundo que le rodeaba, y lo que era una afición, se convirtió en profesión. Las parodias las empezó muy joven, con dieciséis años, pero lo dejó para dedicarse al periodismo. Sin embargo, quizá a Javier Quero de tanto analizar la actualidad, le entraba la risa. Y ahora ha llegado a una conclusión: “No cabe un tonto más”, un espectáculo que presenta todos los martes en el Pequeño Teatro Gran Vía, de Madrid.

Imitaciones, canciones, con un humor que no irrita: “Yo hago una parodia con admiración, porque siempre hay algo que admiro de los personajes a los que imito”. Y por eso, conserva buena relación con muchos de ellos como Bertín Osborne, Chicote o el propio Carlos Herrera. Más de 25 personajes que denuncian situaciones del día a día que Quero considera ridículas, como las modas culinarias y el postureo.

“Pongo la imitación al servicio del humor”, y asegura que nadie debería molestarse “aunque últimamente sales a la calle y alguien se molesta”. Un humor lleno de ironía que está pensado para que hasta los niños puedan reírse “aunque hay alguna palabra gruesa”.

Aunque hablando de temas gruesos y problemáticos... el arroz. Ese plato del que tanto Javier Quero como Carlos Herrera presumen. Uno dice que hace los mejores arroces de España, otro que no hay arroz como el suyo, viene a ser lo mismo, pero solo una cosa puede ser cierta. “Hacemos una competición con tu equipo y lo vemos”, dice Quero. Yo como equipo, ya me inquieto como Jennifer López con su anillo: ¿Y el arrocito pa cuándo?