Javier Casares, experto en economía: "El 65 por 100 de nuestros hijos trabajarán en empleos que ahora no existen"
Un estudio de Stanford revela que la automatización expulsa a los perfiles junior del mercado laboral al asumir las tareas más repetitivas y de nivel básico y, sobre ello, habla el experto con Jorge Morla en 'Herrera en COPE'

Escucha a Javier Casares, Catedrático de Economía aplicada de la Complutense
Publicado el
3 min lectura11:04 min escucha
El impacto de la inteligencia artificial en el mercado laboral, especialmente entre los más jóvenes, ha sido el tema central de análisis en 'Herrera en COPE', durante la sección 'Nuevas Tecnologías'. En la misma, el catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Complutense, Javier Casares, ha explicado los desafíos que plantea la automatización para las nuevas generaciones de trabajadores.
GeoSpy: la IA que sabe dónde estás
Antes de abordar la cuestión laboral, el programa ha puesto sobre la mesa el desarrollo de herramientas como GeoSpy, una inteligencia artificial que puede determinar la ubicación de una persona basándose únicamente en una fotografía. Esta tecnología no necesita datos de GPS, ya que utiliza técnicas de visión por ordenador para analizar detalles del entorno como edificios, vegetación o señales y los cruza con bases de datos de imágenes y mapas para localizar el origen de la imagen.

La Inteligencia Artificial tiene usos casi infinitos. EFE
Esta herramienta presenta una doble cara. Por un lado, tiene aplicaciones positivas, como ayudar en casos de búsqueda y rescate de personas desaparecidas o permitir a periodistas de investigación verificar la autenticidad de una imagen. Sin embargo, también abre la puerta a usos malintencionados, como el acoso o la vigilancia por parte de gobiernos que no respetan la privacidad, ya que "basta con que subas una foto inocente para que sepan dónde vives o dónde estás en este momento".
Un futuro laboral polarizado
La conversación ha girado después hacia un reciente estudio de la Universidad de Stanford titulado "6 hechos sobre el empleo afectado por la inteligencia artificial". La principal conclusión es que la implantación de la IA está expulsando a los trabajadores más jóvenes del mercado, a pesar de la creencia popular de que son quienes mejor se adaptan a la tecnología. La razón es que los jóvenes suelen ocupar puestos de nivel básico con tareas repetitivas, que son las primeras en ser automatizadas.
Se ha puesto como ejemplo el caso de las Big Four, que están reduciendo el número de becarios porque sus funciones, como procesar datos o redactar informes básicos, ya pueden ser realizadas por una IA. En contraposición, el estudio señala que los perfiles con más experiencia aguantan mejor el cambio, ya que aportan criterio, supervisión, creatividad y liderazgo, capacidades que la inteligencia artificial "todavía no lo domina".
En este punto ha intervenido Javier Casares, quien ha recordado que el debate entre tecnófilos y tecnófobos ha existido a lo largo de la historia. El catedrático ha destacado que la tecnología siempre tiene un doble componente: "uno de contribución al crecimiento económico y de mejoría de la sociedad, y hay otro componente que puede llegar a lo distópico, ¿no?, el vinculado con la desaparición masiva de puestos de trabajo y con la invasión de la intimidad".

Inteligencia artificial, tecnología y datos
Para ilustrar el potencial transformador de la situación actual, Casares ha citado un dato de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que considera "apasionante": "los niños actuales, es decir, nuestros hijos, nuestros nietos, el 65 por 100 de los mismos trabajará en empleos que ahora no existen". Sin embargo, ha advertido sobre la creación de un "muro digital" para los jóvenes que salen de la universidad y necesitan esos pasos previos para desarrollarse profesionalmente.
La gran amenaza: la sustitución del cerebro humano
Según el experto, es inevitable que se produzca una polarización del mercado de trabajo. Por un lado, habrá un "desempleo brutal" en empleos de muy baja cualificación y tareas repetitivas. Por otro, los empleos que requieran "mayor talento, mayor capacidad de adaptación y mayores competencias cognitivas" son los que se mantendrán y tendrán altos salarios.
La clave, para Casares, reside en "hasta qué punto la inteligencia artificial va a poder desarrollar competencias cognitivas, porque, en el fondo, en ese caso, sería la propia sustitución del cerebro humano". Ha explicado que, si bien una máquina de última generación ya puede superar a un radiólogo con 15 años de experiencia en ciertas tareas, las grandes decisiones seguirán dependiendo de esas competencias cognitivas que, por ahora, son exclusivamente humanas.
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.




