Es Cristina Platero, nuestra ‘león de la Metro’ de 'Herrera en COPE' como ella misma se ha definido estos días de cuarentena en los que no ha podido arreglarse los pelos, ha ido a la peluquería ¡por fin!. Ha aprovechado que ya están abiertas, ha sido de las primeras en pedir cita, y ya está ¡más guapa todavía’.

Un reportaje en el que Platero nos va describiendo cómo hacen ahora las peluquerías, qué medidas han tenido que adoptar para poder abrir sus negocios, cuánta gente coincide dentro, etc, etc…

En la calle Juan Ramón Jiménez se encuentra la peluquería Maleni García (su peluquería, donde va toda su familia) y allí se dirigió Cristina entre emoción y nervios por este gran día porque como ella dice “cuando me crece el pelo por debajo de las orejas, me pongo nerviosa”. Como saben, hay que pedir cita previa para poder ir a las peluquerías.

Nada más llegar, en la misma puerta le toman la temperatura: 36,6, “como una rosa” le dicen. Una vez superada esa prueba le dan una bolsa de plástico para meter en ella todas las cosas que llevaba y le dan una bata de usar y tirar, “parecidas a las del hospital, pero más fina. Y eres tú quien te la tienes que poner, tú te la atas, cuando antes te la ponían ellas y eran distintas” y antes de sentarla, desinfectan todo otra vez. En ese momento solo había dos clientes en la peluquería, Cristina y otra más.

Además de cortarse el pelo también se puso mechas.

Cristina nos explica cómo se organizan las peluquerías ahora “para cumplir con la distancia delos dos metros utilizan un tocador sí y otro no. Además, han puesto mamparas, la sala de espera no la pueden utilizar y los baños solo uno”.

Y como es lógico estas medidas son más gastos y también más tiempo dedicado a la limpieza y desinfección del local que tienen que llevar a cabo para poder tener sus puertas abiertas. Y todo ello repercute enel precio final, que ahora es un poco más caro.