En España parece que últimamente estamos viviendo en una película de espías y espiados. Lo último que ha pasado ha sido que Esperanza Casteleiro, la número dos de Margarita Robles en Defensa, va a ser nombrada como nueva directora del CNI; y Paz Esteban ya está en su casa, una vez que ha sido cesada en el BOE. La pregunta que muchos nos haremos ahora, después de haber visto que es posible espiar el teléfono móvil de un presidente del gobierno, ¿Cómo de vulnerables somos todos los demás, los ciudadanos?

Las nuevas tecnolgías han propiciado que, cada vez, estemos más expuestos. Esto se debe a que ofrecemos millones de datos y nuestra privacidad se queda vulnerable. La información de cualquier tipo puede ser un motivo de espionaje. "En el confinamiento, nos han llegado a llamar a las doce de la noche para saber como desbloquear el teléfono de las parejas", explica Sandra Álvarez, directora de la Agencia de Detectives 'Tras la Puerta'. Los casos que más se repiten son las personas que buscan este tipo de servicios porque quieren: espiar a su pareja, así como los empresarios que no se fían de sus empleados.

"Tiene que existir un interés legítimo"

Pese a lo que podamos pensar, el trabajo de los detectives no es ilegal. El Ministerio de Interior les hace unos controles rutinarios para comprobar las técnicas que han utilizado en cada caso. Además, conseguir información personal de manera legal de los demás solo pueden hacerlo los profesionales en el campo. "Tiene que existir un interés legítimo de la parte contratante y la persona investigada. Siemprte tiene que ser una relación entre ambas personas", asegura Álvarez. Para confirmar la existencia de una relación, se requiere de una documentación (contrato de trabajo, papeles de matrimonio) que lo verifique.

Todo lo que se salga de estos supuestos es un espionaje ilegal. Ahora bien, ¿Puede una persona normal y corriente espiar a otra? "El perfil del cliente de 'La Tienda del Espía' es aquel que está pasando por una serie de problemas personales y necesita unas medidas, ya que consus recursos naturales no puede. Nosotros le ofrecemos una solución", comenta Antonio Durán, propietario del establecimiento. Los artículos que se pueden encontrar parecen propios de películas de acción, pero son reales y se pueden utilizar sin necesidad de una autorización. Destacan las cámaras ocultas, los sistemas de geolocalización y las grabadoras de conversaciones ambientales.

Es legal espiar a los hijos

"Los productos están totalmente homologados, es responsabilidad del cliente hacer buen uso de ellos para una protección personal. Es cierto que con estos artículos se pueden cometer delitos, por ello hay que ser prudentes", advierte Durán. Para saber cómo podemos protegernos, Antonio Fernandes, experto en ciberseguridad le ha contado a los oyentes de Herrera en Cope que "hay que tener un poco de sentido común a la hora de compartir nuestra información, así como activar el segundo factor de identificación". Puesto que tan solo activando una opción de control parental, tu propia pareja puede estar controlando todo tu dispositivo móvil sin que seas consciente.

"Al borrar una publicación de internet nadie te garantiza que la plataforma guarde una copia. Aunque, por otro lado, hay un derecho en Europa que se puede reclamar para que te borren de sitios como Google", confirma Fernandes. Por otro lado aparece la pregunta de si, cambiándonos de móvil por un modelo antiguo, sería más complicado que nos espiasen. A pesar de que hay menos probabilidad de que se rastreen los datos, los móviles antiguos tienen "muchas vulnerabilidades". Las sospechas de que nos estén espiando aumentan desde que salió el caso Pegasus, sobre todo si consultamos en internet, donde aparece que, si el movil sufre un recalentamiento u otros factores, significa que estamos siendo vigilados.

No obstante, Sandra Álvarez nos asegura que en el 90% de los casos (incluso más) esto es falso. Aunque ya se han mencionado los dos escenarios en los que más frecuente es el espionaje, existe un tercero que también hay que tener en cuenta: espiar a un hijo. Resulta que esta actividad es legal, siempre y cuando la persona sea menor de edad. Es más, hay productos específicos para ello. Antonio Durán dice que están comercializando un programa que consiste en un software de control de adolesentes. De esta forma, el progenitor tiene todo el control sobre el teléfono móvil y puede revisar sus mensajes, el correo electrónico y redes sociales.