Por tercer año consecutivo, los vecinos de una barriada de Coria del Río no pueden permanecer en su casa debido a los problemas de salud que padecen por un vertido que deja un intenso olor a gasóleo, "restos orgánicos que emiten gases que provocan cefalea, vómitos, mareos, picor de ojos y garganta" explica el alcalde Modesto González.

Motivo que ha llevado a los vecinos a acudir masivamente al centro de salud este domingo para llamar la atención y pedir que se investigue el fuerte olor a hidrocarburos que se percibe en distintas zonas de la localidad desde hace varios días, sin que haya una explicación sobre su origen.

El Alcalde afirma que "estamos preocupados e intentando resolver el problema que están sufriendo los vecinos desde hace días. Esto se ha repetido en los últimos tres años, pero en las otras ocasiones desapareció más rápidamente, siempre es en las mismas fechas, son indicios que los que saben investigar pues lo hagan".

El Ayuntamiento asegura que ya han hecho todo lo que entra dentro de sus competencias y que ahora es un problema de la Junta, "un vertido de este tipo sería un delito medioambiental y contra la salud pública por ello necesitamos que investigue la Consejería de Medio Ambiente y la Consejería de Sanidad de la Junta porque el Ayuntamiento ya ha hecho todo lo que podía hacer. No es un vertido puntual sino que continúa en el tiempo" asegura Modesto González.

El Consistorio ha pedido informes a gasolineras de la localidad que han certificado que no hay fugas, con lo que el siguiente paso ha sido pedir que la empresa de gestión del agua Emasesa revise los alcantarillados tome muestras de los pozos.

Tras la limpieza de las tuberías de saneamiento y la toma de muestras por parte de Emasesa se detectaron sustancias volátiles no habituales en residuos domésticos, que se utilizan principalmente como aditivos presentes en combustibles, por lo que se sospecha que pueda tratarse de un vertido ilegal.