Entre el Museo del Prado y el parque del Retiro se sitúa la madrileña Cuesta de Moyano, un auténtico templo de los libros que cautivó a escritores como Hemingway, Azorín o José Ortega y Gasset. Fue en 1929 cuando se erigió por primera vez como Feria de Libros, aunque su ubicación actual data de 1925. Antes estaba en las cercanías del Jardín Botánico.

Coincidiendo con su centenario y el Día del Libro que se celebra este martes, ha sido entrevistado en 'Herrera en COPE' Alberto Blanco, de la Librería Méndez, que lleva 35 años en el gremio de libreros. Concretamente, los 30 últimos en la Cuesta de Moyano.

Según ha dicho, en los últimos años “ha habido que bajar los precios de los libros” no solo por el momentos económico, también porque ahora se venden libros “en cualquier sitio”. Una actividad a la que se han apuntado, incluso, "las ONGs o gente en la calle”. Por ese motivo, los libreros procuran “sacar buenos títulos” a un precio ajustado.

Comprar libros es una forma de colmar ”un vacío existencial”, ha señalado. Por eso, para él es un placer encontrarse con los nuevos lectores jóvenes, aunque solo le pregunten por un título. Como ha reconocido Blanco, los libreros no solo son “tenderos, también prescriptores de libros” ya que la gente acude a ellos para que les recomienden obras diversas.

Pese a ello, ha dicho que no recomienda a nadie el oficio ya que “es bastante triste que la gente no se moleste en leer como hacía Cervantes”.