

El primer sonido del día de CARLOS HERRERA
"¿Y luego qué tipo de credibilidad tiene un país que hace eso con la compra de armamento?"
Carlos Herrera repasa los principales titulares en el primer sonido del día que marcarán la actualidad de este viernes 25 de abril de 2025
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Señoras, señores, me alegro. Muy buenos días.
Bongiorno desde Roma, desde los estudios de COPE Roma, aquí muy cerca también del Vaticano, en este día señalado del 25 de abril de 2025, que arranca con cielos despejados en casi toda la península, aunque lloverá en el norte del país por la tarde. Pero los termómetros se van a mover entre 20 y 27 grados en casi todas partes. En Galicia van a bajar un poco más. Aquí en Roma hará un poco más de frío que en España: no vamos a superar los 20 grados y, a partir del mediodía, lo mismo hay que echar mano del paraguas.
Estamos donde ahora mismo despunta el último día en el que el Papa Francisco va a ser velado en este mundo. Ya están abiertas las puertas de la basílica. Ya están abiertas. A las 7 de la tarde de ayer habían pasado por la capilla ardiente casi 100.000 personas, que seguramente en estas horas ya se deben haber superado. Una hora después, a partir de las 8, el Camarlengo, el cardenal Kevin Farrell, va a presidir el ritual del cierre del féretro. Se va a introducir en una bolsa de tela con monedas acuñadas durante el pontificado de Francisco, se cubrirá su rostro con un velo blanco de cera y, como saben, mañana sábado se va a celebrar el funeral.
Esto lo contaremos aquí, en un programa especial en COPE, a partir de las 10 de la mañana. Llegan ya las delegaciones oficiales y allí, bueno, ya saben, después de la misa exequial, el féretro será trasladado a Santa María la Mayor y, una vez el féretro haya atravesado esa puerta, se corta la señal televisiva. No se va a retransmitir en tierra, aunque el domingo por la mañana los fieles ya podrán visitar su tumba.
Los cardenales, pues bien, gracias, en la congregación y decidiendo cosas, como saben. Pero fundamentalmente hablando entre ellos y algunos conociéndose. Los cardenales están cada uno en una punta del mundo y no creo que tengan demasiado contacto de por sí, pero se están conociendo y están aunando —se supone— criterios para intuir quién puede ser, o para ver quién puede ser, el nuevo Papa. Eso ya lo saben ustedes.
La Capilla Sixtina no se va a poder visitar a partir del lunes, porque a partir del día 4 por la noche, el día 5 básicamente, acogerá a los cardenales que tengan que elegir al sucesor del Papa Francisco.
Bueno, ayer, si recuerdan ustedes, les contábamos el menudo sainete con las balas que le hemos comprado a Israel. Israel es una potencia militar —mira que es pequeño Israel—, pues es una potencia militar indudable. ¿Por qué? Porque es un jardín en la jungla, y porque tiene que defenderse de todos los países que lo quieren borrar del mapa, borrar literalmente del mapa. Ha desarrollado una gran industria de inteligencia y una gran industria militar, y medio mundo —nosotros, España, por ejemplo— le compra armamento y diferente material de defensa a empresas de Israel.
Pero, como nuestro gobierno es el gobierno de las posturitas, han decidido que después de las actuaciones en Gaza, a Israel, ni agua. Porque el gobierno es pro-Hamás. Siento decirlo así, pero es pro-Hamás. Y se había cerrado un contrato para comprar munición, balas, a una empresa israelí. Contrato por 15 millones de euros. Muchas balas.
Rápidamente, como saben ustedes, el séquito de los yolandos, los yolanditos y yolanditas, diciendo que a Israel no se le puede comprar nada y que el gobierno se había comprometido —y en eso tenían razón— a no comprar nada. E Israel no se le puede comprar nada. Denunciaron que ese contrato no podía llevarse a cabo. A lo que respondió Marlaska: "Muy bien, no se llevaba a cabo". Hay que pagar 6,5 millones de euros en concepto de indemnización.
Y parecía que todo el mundo iba a taparse la nariz, y los yolanditos, Izquierda Unida, iban a tragar con este cuento. Pero, a última hora, Sánchez canceló finalmente el contrato. El mismo que 24 horas antes había descartado rescindir por principios morales y todas estas cosas. ¿Saben ustedes? Lleva mintiendo a todo el mundo desde hace meses.
¿Veis? ¿Y cuál es el aura ahora? O sea, era mentira eso que dijo en el Congreso, de que desde el 7 de octubre del 23, España no desarrolla ninguna operación de compraventa de armas con Israel.
Es mentira. Ha habido 40 contratos formalizados de armamento israelí. En el último medio año, 10 contratos han sido adjudicados y otros 10 formalizados. Más de mil millones de euros.
O sea, con semejante dinero comprometido en armamento con Israel, dígame usted dónde encajamos que Sánchez, para tener la fiesta en paz con sus socios de coalición, rescinda lo que ayer decía que no se podía rescindir. Pues se lo había dicho claro la Abogacía del Estado: usted puede rescindir, pero tiene que pagarle a la empresa IMI Systems seis millones y pico de euros.
Bueno, pues ahora nos quedamos sin las balas y sin los 6 millones de euros. Que los israelíes estarán encantados, porque las pueden volver a vender. Se las van a vender dos veces.
Fantástico. ¿Y luego qué tipo de credibilidad tiene un país que hace eso con la compra de armamento? ¿Qué tipo de mensaje manda? O sea, por no palmar esa pasta y por no destapar que Sánchez es un embustero que sí estaba comprando armamento de Israel, pues Marlaska llevaba medio año haciendo el cantinflas. "No, pues estamos mirando a ver si rescindimos… No es fácil… bla, bla, bla…". Pues ha llegado el momento en el que se ha levantado la liebre.
Que ya les digo: la liebre es el oro, el chocolate del oro, del iceberg de compra de armas a Israel. Porque lo mismo que le compramos balas, le hemos comprado chalecos antibalas por 319.000 euros. También se van a comer los chalecos, los israelíes.
En 24 horas hemos pasado de decir el gobierno que el contrato no se podía rescindir, a anunciar que se rescindía. ¿Por qué? Para tener la fiesta en paz con los Yolandos. Por la estabilidad del gobierno, bla, bla, bla. Y para que no le metan el dedo en la nariz —o en algún otro orificio del cuerpo—, lo cual, saben ustedes, crea una sensación molesta.
Bueno, hay de todo. Pero básicamente, una sensación molesta.
Pues aunque eso suponga la pérdida de seis millones y medio, van a tener que pagarse los caprichos ideológicos de unos pocos. Aunque eso pueda agravar el conflicto diplomático con Israel. Aunque eso pueda provocar un fandemonio con todo lo que ya le hemos comprometido militarmente a los israelíes —que, le repito, no son solo las balas—.
Vamos a ver. El veto también se amplía a los misiles antiaéreos, a los lanzacohetes, a la radio táctica que utiliza el Ejército de Tierra, a los designadores láser que emplean los cazas. También renunciamos a todo eso. Porque eso se lo compramos a los israelíes, a los que también les vendemos cosas. No solamente les compramos, también les vendemos.
Pues esta es la última estupidez del personaje. Por cierto, ¿y Marlaska, qué?
Marlaska… toc, toc, toc… te la vas a tragar, ¿no? No tienes más remedio que tragártela. Pero no te levantas y te vas.