Buenos días. Hace ya un rato largo que hemos estrenado semana y mes. Agosto empieza como acabó julio y como terminó junio: con mucho calor, dentro de una nueva ola de temperaturas extremas, que ya hemos perdido la cuenta de cuántas llevamos este verano porque apenas nos han dado un respiro.

Para hoy las alertas se multiplican por buena parte de España y, otro día más, se van a superar los 40 grados en puntos como Badajoz, Córdoba, Toledo, Sevilla, Jaén y van a estar muy cerquita en Orense.

Con este panorama de calor extremo por delante, el Gobierno tiene previsto aprobar hoy el decreto de medidas de ahorro energético.

Que hay que ahorrar en el consumo de electricidad o de gas, más que una necesidad es una obviedad. Pero no solo ahora, justo en este instante y porque nos lo recomiendan desde Bruselas. Esto es una necesidad siempre, sobre todo para que, cuando te llegue la factura, no te quedes pálido del susto. Incluso ya existe normativa para que así sea. Como el real decreto de 2009 o uno más reciente del pasado mes de mayo. El problema es que no se cumple porque apenas hay control.

Ese nuevo plan que aprueba hoy el Consejo de Ministros pasa por cumplir el objetivo acordado en la Unión Europea. La idea inicial era reducir un 15% el consumo de gas. Ya sabes que

España y Portugal protestaron y consiguieron que en su caso el ahorro fuera del 7%. ¿Cómo se va a conseguir ese ahorro? ¿Quién va a vigilar que así sea? Pues eso es lo que tendría que detallar este lunes. De momento se han limitado a filtrar lo que ya conocíamos..

En estos meses de verano el aire acondicionado no podrá estar por debajo de los 27 grados. Y, cuando llegue el invierno, la calefacción no deberá situarse por encima de los 19 grados. Esta norma que ya debería aplicarse en los organismos de la administración -y que en muchos no se hace- se extenderá a los transportes públicos, hoteles, bancos u oficinas de empresas privadas, a los centros comerciales y a aquellos negocios que estén de cara al público.