El profesor José María Gay de Liébanaanaliza en 'Herrera en COPE’ las claves económicas del día.

Cuando hablamos de economía siempre hay temores. Si las cosas van bien, el miedo es que dejen de ir bien y en seguida hablamos de burbujas y nos echamos a temblar. Y si las cosas van mal, la preocupación a empeorar nos atemoriza. Tal vez, Don Carlos, debamos mantener nuestras mentes frías y los corazones apasionados. Digo eso porque se palpa una subida de los precios, del IPC, y de inmediato pensamos en que la inflación se va a disparar. Automáticamente elucubramos sobre los tipos de interés. Reflexionemos, Don Carlos. Algunas de las consideradas economías ricas, como EE.UU, han empezado a recuperarse, la vacunación avanza a buen ritmo y los estímulos, a diferencia de España, son generosos para superar cuanto antes el palo económico de la pandemia. ¿Provocará esa reactivación junto con las ayudas una reacción inflacionista? Si la hay, Don Carlos, será puntual o como dice Jerome Powell, el presidente de la Reserva Federal, serán subidas transitorias, con los precios manteniéndose estables. ¿Y qué tal por Europa? Por estos pagos, Don Carlos, los síntomas de recuperación económica aún son flojos, el crecimiento en 2021 apunta a bastante bajo y que los precios entren en una tónica alcista en la Europa del euro de momento es difícil, Don Carlos.

Por consiguiente, pensar en que esas subidas puntuales o transitorias de los precios den pábulo a tendencias inflacionistas y que tanto la Reserva Federal como en BCE se vean forzados a variar su política monetaria, se antoja como remoto al menos durante 2021 y mientras la recuperación no cristalice, Don Carlos. Y es que, en España, según el INE, el IPC se dispara en luz y gasolina, pero está estancado en el resto de las partidas.

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