¡Sólo nos faltaba la huelga del taxi para castigar más al turismo y perjudicar a nuestra economía! Taxistas sin ingresos, ciudadanos sin taxis, pero eso sí: unos y otros, todos, pagando religiosamente nuestros impuestos, aunque nada funcione y nos dinamiten las anheladas vacaciones…

El ambiente político y la idea de querer aumentar el gasto público tampoco ayuda… Cuando en España prevalece la política por encima de todo y no se habla de otra cosa, la economía da marcha atrás

No hemos aprovechado la bonanza y el crecimiento para impulsar cambios. Por ejemplo, reduciendo el desmesurado gasto público en vez de emperrarse en aumentarlo, o podar el déficit a la mínima expresión o mejorar la educación y formación o aumentar nuestro I+D o estimular a las empresas, ¡eso implica un coste!

Y nuestro Gobierno es incapaz de desplegar un respaldo suficiente para la economía.

No nos hemos preparado para lo que vendrá. Cuando lleguen momentos difíciles no habrá “armamento fiscal” para retomar el rumbo. ¿Cómo? con reformas fiscales que incrementen la productividad y promuevan el capital humano y físico

Con las condiciones financieras actuales, los riesgos de futuro se acrecientan. Los bajos intereses han facilitado un entorno mucho más vulnerable

El panorama se agravará si hay desaceleración económica, si la inflación aumenta más rápido de lo previsto, cuando el BCE repliegue su munición monetaria y por los afanes proteccionistas. Que lo de Facebook sea solo un caso muy aislado de descenso repentino en los precios de los activos, porque de lo contrario sufriremos.