La idea que tuvo el actor Eduard Fernández para prepararse bien su papel como Santiago Carrillo en la serie 'Anatomía de un instante'
Es la 'Historia del Día' que nos trae María José Navarro este lunes 1 de diciembre

Escucha la 'Historia del Día' del lunes 1 de diciembre
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Se estrenó hace diez días y es la serie de la que todo el mundo habla. “Anatomía de un instante” analiza los entresijos del golpe de Estado del 23-F. Además de ficcionar magníficamente el asalto al hemiciclo del Congreso de los Diputados, lo que destaca en esos cuatro capítulos son las interpretaciones.
El gran Eduard Fernández da vida a Santiago Carrillo. Para preparar el personaje se le ocurrió una idea: llamar a Carlos Latre para que le ayudase a prepararlo.
Y se la traspasó a Álvaro Morte, Adolfo Suárez en la serie...
Así que, de pronto, nos enteramos de que el actor al que hemos visto meterse en la piel de un sinfín de personajes con sus imitaciones, Carlos Latre, está detrás de un ejercicio interpretativo de contención y solidez.
A veces hay que poner nuestro talento al servicio de los demás, porque a los demás, también les podemos hacer mejores colocados dos pasos hacia atrás.

El actor Eduard Fernández durante la presentación de ‘Anatomía de un Instante’ en el Festival de Cine de San Sebastián, a 26 de septiembre de 2025, en San Sebastián, Guipúzcoa.
Las segundas y terceras filas de la vida...
No es la primera vez que ocurre, pero sí es significativo que un maestro del humor y la imitación como Carlos Latre se ponga al servicio de un actor dramático para ayudarle a construir un personaje tan icónico.
Este gesto de generosidad profesional demuestra que, en el mundo de la creación, el talento no solo brilla en el escenario principal, sino también en la sombra, aportando matices y solidez al trabajo ajeno. Es un recordatorio del valor de la colaboración para alcanzar la excelencia, especialmente al abordar figuras clave de la Transición española.
Y es que, en un mundo que avanza a un ritmo vertiginoso, hay un mérito incalculable en quienes se esfuerzan por preservar la esencia, por mantener viva la memoria de una forma auténtica y casi artesanal.
Esta búsqueda de la fidelidad, de la representación más precisa de la realidad, nos lleva directamente a Granada, al último bastión de una forma de ver el cine que se niega a desaparecer.
Allí se encuentra el Cine Madrigal, la única sala de España que proyecta sus películas exclusivamente en formato de 35mm.
Su propietario, Juan Torres-Molina, ha luchado contra viento y marea para mantener las puertas abiertas desde 1960. Ha habido momentos, como él mismo reconoce, de una desmotivación absoluta, días en los que se contabilizaban "cero espectadores". Sin embargo, la pasión por el celuloide y el legado familiar le han impulsado a continuar, convirtiendo su cine en una pieza de museo viva. Nos lo contó María José Navarro en su 'Historia del Día', hace un tiempo, puedes volver a escucharlo aquí.



