Luis del Val pone el foco de la imagen del día de "Herrera en COPE"en la propuesta de Cataluña de recaudar el 100% de los impuestos:

Estaba convencido de que teníamos que llegar a esto. Quiero decir que en esta carrera de sensibilidades nacionalistas, donde la estelada puede humedecer los ojos, y cantar “Els Segadors” emocionar hasta el punto de estar convencido de que Pujol y los cuarenta ladrones, si se llevaban el dinero a Andorra era para reconquistar Cataluña… en este camino, donde la espiritualidad ha empapado hasta la malversación -que es buena, si la hace un secesionista, porque es buena la causa- sabía que llegaríamos a la más alta cota del misticismo, o sea, los impuestos.

Cuando hablas con un secesionista catalán comienzas con las emociones, vas ascendiendo, subiendo por su exquisita sensibilidad y, por fin, llegas a lo sublime, o sea, “la pela, es la pela”, que se decía antes de que llegara el euro. La independencia está bien, pero controlar el 100 x 100 de los impuestos es un paso que tranquiliza mucho el alma patriótica.

Supondrá aumentar al doble el presupuesto que manejará la Generalitat, y, bueno, si hay que hacer autovías, ampliar aeropuertos, construir nuevos embalses, ahí estarán los solidarios españoles de las otras regiones, que recibirán menos dinero, pero financiarán lo que haya que financiar en Cataluña, desde un nuevo puerto a una depuración de aguas para cualquier ciudad.

¡Ah! claro, la caja única se rompe, pero las pensiones de los que vivan en Cataluña se pagarán de la caja común de todos los españoles, eso sí, faltaría más… mejor dicho, que no les falte de nada. El paraíso anunciado por Bolaños está a la vuelta de la financiación especial para Cataluña. Los pajaritos cantarán, las nubes se levantarán, y la concordia se extenderá por todas partes hasta que, una vez concedida la excepción fiscal, se enfurruñen de nuevo y pidan el referéndum.

Creíamos que lo progresista era la igualdad entre todos, no discriminar a nadie, tener los mismos derechos ricos y pobres, altos y bajos, pero, claro, si eres un secesionista de provechos eres un ser superior, como el presidente Aragonés García, y eso terminará por reconocerlo la Unión Europea, menudo es Pedro I, El Mentiroso. Después de tantas sesiones de espiritualidad hemos llegado al misticismo de que reciban más y paguen menos. Y, según Bolaños, los demás diremos amén y no se nos escapará ni una protesta, porque Bolaños ya sabe que más de 40 millones de españoles somos masoquistas. Y nos va la marcha.

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