"No me extraña que Igualdad recurriera a AliExpress para las pulseritas antimaltrato, porque su feminismo es tan falso que lo compraron en los chinos"

Arranca este programa en Valencia, en la Universidad Politécnica que nos acoge. Tengo delante de mí a una familia valenciana que ha madrugado no solo para oírnos, sino también para vernos y yo se lo agradezco. Los Macron son otra familia, son un matrimonio formado por Emmanuel y Brigitte y van a tener que presentar pruebas científicas para demostrar que Brigitte es una mujer. ¿Y por qué hacen esto? Pues porque una influencer que los odia muerte se ha empeñado en difundir el bulo de que la primera dama de Francia nació con el sexo masculino y lleva alimentando esa mentira desde hace años.   

Y la trola ha engordado hasta tal punto que el matrimonio ha tenido que interponer una querella por difamación contra esta influencer norteamericana llamada Candace Owens, que es una conspiranoica de manual, muy fan de Donald Trump y por tanto de las mentiras gordas. La Owens es la típica tarada ultra con ganas de foco que hace unos años no habría merecido otra cosa que indiferencia o desprecio, pero es que en esta era de la postverdad digital es capaz de obligar a todo un presidente de Francia a tener que probar que su mujer es una mujer. Así está el patio. Nunca las trolas tuvieron tanto público, porque la verdad suele ser demasiado prosaica y a menudo difícil de alcanzar, mientras que una patraña excitante o provocadora que coincide con las fobias ideológicas de una buena porción de internautas siempre encontrará cerebros dispuestos a comprarla.

 Merz, lo opuesto a Sánchez  

Pero la noticia hoy en España no viene de Francia, sino del otro motor de la Unión Europea que es Alemania, porque ayer por la tarde se produjo un encuentro muy interesante entre dos personalidades completamente opuestas. El encuentro entre lo sólido y lo líquido, entre el canciller conservador de Alemania, Friedrich Merz, y Pedro Sánchez, que como sabes es español, pero no es ni conservador, ni progresista, ni liberal, ni socialdemócrata, ni centralista ni separatista. Pedro es Pedro. Por la mañana ser una cosa, a media tarde otra distinta y por la noche todo lo contrario. El presidente múltiple, varias identidades y ninguna verdadera, salvo sus ganas de seguir viviendo en la Moncloa.

Y fue allí en la Moncloa donde Pedro recibió al señor Merz, que representa todo lo contrario que Sánchez en el concierto de las naciones europeas. Como decía ayer José Antonio Zarzalejos, el canciller alemán es la contrafigura europea de Pedro Sánchez por muchos motivos. Merz es de centro derecha y Pedro es pues Es Pedro. Merz gobierna gracias a un pacto con los socialdemócratas y Pedro prefirió dimitir y enarbolar el no es no y levantar un muro contra el otro partido de estado antes que pactar nada con él. Merz es canciller porque su predecesor Olaf Scholtz, convocó elecciones cuando no pudo aprobar unos presupuestos. Fíjate, un año que no pudo aprobar los presupuestos. Y Pedro lleva 3 años prorrogando presupuestos y además dice en la tele pública que si los presenta y se los tumban, seguirá con los os por el parlamento que eligieron los españoles en 2019. Merz quiere que su país concurse en Eurovisión con Israel y Pedro no quiere.

Merz estaba en la Casa Blanca para interceder por Zelenski ante Donald Trump y a Pedro esa reunión debió de pillarle en la mareta, apurando al veraneo que le estropearon los incendios. El partido de Merz impulsó un cambio de la Constitución alemana junto con los socialdemócratas y los verdes para poder aumentar el gasto militar. Mientras que Pedro se pone en una esquina en la foto de la cumbre de la OTAN, se margina para teatralizar su rebeldía contra la inversión del 5% del gasto en defensa. Bueno, podría estar toda la mañana señalando diferencias entre el político alemán y el español, pero aún así dice Sánchez que la conversación de ayer dio para mucho.

 De qué hablaron los líderes de Alemania y España  

Una conversación detenida pero, ¿sobre qué? ¿Qué asuntos había sobre la mesa en este encuentro hispano-germánico? ¿Un intento de atraerse el voto afirmativo de Alemania a las sanciones comerciales de la Unión Europea contra Israel? ¿Un debate jurídico sobre sobre el término genocidio aplicado al gobierno de Netanyahu? Pues mira, por ahí fueron las cosas.

La posición del canciller alemán es exactamente la misma que la de Feijóo. ¿Se habrá dado cuenta de esto Pedro Sánchez? Y hombre, Alemania de genocidio sabe un poco por razones históricas obvias que tienen que ver con un complejo de culpa bastante merecido. Alemania es desde hace décadas el mejor aliado de Israel en Europa. Pero seguramente el debate semántico sobre la palabra genocidio en realidad es lo que menos le importa a Sánchez, porque en realidad su enfoque sobre la tragedia de Gaza es puramente táctico, es política doméstica, no le importa nada. lo que piense Friedrich Merz sobre su posicionamiento antiisraelí, sino lo que opine Bardem, Almodóvar y el electorado español de izquierdas.

Y entonces, ¿de qué hablaron? Pues lo que intentó Sánchez ayer es suavizar la intransigencia de Alemania a la cooficialidad del catalán en Europa también. Ya te he dicho que para Sánchez todo es política interior, por eso envía Zapatero a Suiza y por eso invita a Merz a Madrid para complacer a Carlas Puigdemont. Se trata de ablandar al líder de Junts, que viene de tumbarle dos leyes en una semana y que está subiendo el tono de sus amenazas y conseguir que el catalán sea oficial en las instituciones europeas, hombre, no sé si vale un sí a los presupuestos de Puigdemont, pero facilitaría la negociación, desde luego. Ahora, lo que no sé es que gana Alemania apoyando la cooficialidad del catalán en Europa.

Sánchez está acostumbrado a entregar cosas importantes en sus negociaciones. ¿Qué le va a ofrecer a los alemanes? Un pedacito de Mallorca. Bueno, eso ya lo tienen. En fin, el encuentro creo que no dio para mucho más que una foto.

 Las pulseras de AliExpress  

Lo que dio para mucho y lo que da para mucho es lo del Ministerio de Igualdad del Gobierno de España, que como sabes es según su propia confesión el gobierno más feminista de la historia de España. Ya sabes lo que ha pasado. La memoria de la fiscalía, no la fachosfera, la fiscalía, ha destapado un fallo en las nuevas pulseras que deben llevar en todo momento los condenados por agresión sexual o por maltratar a sus parejas. Y lo peor de todo es que el Consejo General del Poder Judicial, alertó hace 20 meses a la ministra de Igualdad del riesgo que entrañaba el cambio en el servicio de estas pulseras antimaltrato, que por cierto el ministerio compró por AliExpress porque eran más baratas.

Es una vergüenza porque sabemos que lo barato sale caro y se suponía que el gobierno más feminista de la historia no debería reparar en gastos a la hora de proteger a las mujeres maltratadas, ¿no? Y más vergüenza da que usted, pese a las advertencias del observatorio de violencia de género, no corrigiese la situación. Y por culpa de esa negligencia, varias víctimas denunciaron que sus maltratadores habían quebrantado la orden de alejamiento, pero como la pulserita no funcionaba y encima este nuevo modelo es más fácil de quitar que el antiguo, pues no consta el quebrantamiento de la orden a efectos judiciales, con lo cual ahora se podría producir la absolución de decenas de agresores.

Pues es verdad, ministra, tiene usted toda la razón, es una vergüenza. Y es una vergüenza que luego usted intente minimizarlo. “Es que no ha muerto nadie”. Solo faltaba. Solo faltaba. Porque si alguna función realmente tiene su ministerio es la de proteger a las mujeres maltratadas. Y si ni siquiera es capaz de hacer eso, lo mejor es que dimita y que se vuelva a Valladolid a dar clase. Se ha convertido usted en una digna sucesora de Irene Montero, la autora de la ley del 'Sólo sí es sí', que terminó beneficiando a decenas de violadores. No me extraña que recurrieran ustedes a AliExpress para las pulseritas antimaltrato, porque su feminismo es tan falso que tuvieron que ir a comprarlo en los chinos.