

"No creo que España sea hoy una dictadura, pero tampoco es ya exactamente una democracia plena; podemos decir serenamente que Pedro no es un demócrata europeo, es otra cosa"
Jorge Bustos analiza las palabras del presidente contra los “nostálgicos” en el aniversario de la Constitución
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España tuvo mucho que ver e en el hecho de que hoy sea un día de fiesta. Bueno, en general a los españoles lo de la fiesta nunca se nos ha dado mal, pero me refiero en concreto a la festividad litúrgica porque el dogma de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, es decir, la convicción de que la Virgen fue concebida sin pecado, igual que su hijo, durante siglos fue un empeño exclusivamente español, no reconocido por el Vaticano. Andaban los teólogos discutiendo que si sí, que si no, los franciscanos con los dominicos peleándose, pero La piedad popular se acabó imponiendo y si ese dogma terminó siendo incorporado al credo católico, fue gracias a a la devoción mariana de los españoles.
Por eso hay una gran columna de la Inmaculada al pie de la escalinata de la Piazza de España, frente a la embajada de nuestro país ante la Santa Sede en el en el barrio más español de Roma. Y por eso fue un pintor español el que definió para siempre la imagen de la Inmaculada Concepción. Fue un sevillano que tuvo la mala suerte de nacer en el mismo siglo y en la misma ciudad que Diego de Velázquez. Si no fuera por Velázquez, él habría sido el número uno. Mira, si me acompañas un minuto, te cuento una historia sobre don Bartolomé Esteban Murillo.
La virgen de Murillo
Es Murillo el responsable de la imagen que a todos se nos viene a la cabeza cuando pensamos en la Inmaculada Concepción. María, con el rostro virginal de un adolescente con el manto azul sobre vestiduras blancas refulgentes pisando la luna y con las manos unidas en oración, la rodilla un poco adelantada y la vista dirigida al cielo, flotando sobre un coro de ángeles y nubes en tonos dorados. Es una imagen que produce una inmediata sensación de serenidad y de ternura.
Murillo fue perfeccionando esta iconografía a lo largo de una veintena de obras con el mismo tema y dicen que la mejor de todas ellas es la que se exhibía en el hospital de los venerables en Sevilla, que es un museo. Claro, cuando las tropas francesas invadieron España, un mariscal de Napoleón llamado Soult, que no tenía mal gusto artístico y que tampoco tenía vergüenza, robó esa inmaculada y se la llevó junto con otras obras maestras a su mansión parisina. Expoliaron bastante los franceses cuando estuvieron por aquí, eh, pero a la muerte del mariscal Soult, la obra se subastó en París y la compró el Museo del Louvre por una cifra astronómica. Hasta ese momento jamás se había pagado tanto dinero por una pintura. Y la fama del cuadro desde entonces no dejó de crecer. Y tampoco dejó de crecer el deseo de España de recuperarlo.
Y la oportunidad llegó en 1941. Cuando Franco gana la guerra, se empeña en traer a la Inmaculada de Murillo de vuelta a España. Y después de muchas negociaciones, el Estado español llega a un acuerdo con el Estado francés por el cual el Museo del Prado cedería al Louvre el retrato de doña Mariana de Austria, que es de Velázquez, una obra maestra también, a cambio de la Inmaculada de Murillo. Y por eso hoy podemos disfrutar en el Museo del Prado de esa obra maestra.
España , ¿una democracia plena?
Pero aunque sea fiesta, no podemos pasarnos todo el programa hablando de arte, que es lo que a mí me gustaría, porque por desgracia hay que hablar del gobierno, que tiene muy poco de artístico. El sábado se celebró el 47º cumpleaños de la Constitución española, que no fue concebida sin pecado porque es obra de los hombres, pero que para ser obra de los hombres salió bastante mejor de lo que cabía esperar. Y para festejar ese cumpleaños, ese 47 cumpleaños, desfilaron por el Congreso el presidente del Gobierno y el líder de la oposición, entre otros. Y Pedro Sánchez aprovechó que ese día no le iban a preguntar por Paco Salazar o por Ábalos o por cualquier otro gran desconocido para intentar ridiculizar a la oposición.
Una cosa, Pedro, tú has pactado con los dos mayores enemigos que ha tenido la democracia y la Constitución desde 1978, que son los herederos políticos de la banda terrorista ETA y los golpistas del procés. Esos son tus socios. Todo el mundo sabe que a ellos les debes tu poder, así que no deja de ser curioso y paradójico que te atrevas a dar lecciones de respeto a la Constitución, a los demás cuando te apoyas sobre sus mayores enemigos.
Mira, yo no creo que España sea hoy una dictadura, lo que sostengo es que tampoco es ya exactamente una democracia plena, porque Pedro Sánchez ha dado suficientes señales de tener madera de autócrata como para que podamos decir serenamente, sin levantar la voz, sin aspavientos, que Pedro no es un demócrata europeo, es otra cosa. Ha abrazado una cultura política más propia de países bananeros. Otra cosa es que la pertenencia a la Unión Europea y la resiliencia de la democracia del 78 le impidan a Pedro sacar todo lo que lleva dentro, pero lo sacaría en otras circunstancias.
Un demócrata europeo no levanta muros para llamar franquista a la mitad de sus gobernados, ni ataca a los jueces cuando investigan la corrupción de su familia, ni se empeñan en seguir gobernando sin presupuestos y sin mayoría, ni se niega a convocar elecciones porque conoce que las perdería. Un demócrata, qué sé yo, alemán, por ejemplo, o portugués, pues convocaron elecciones a la primera sospecha de corrupción en el caso del portugués o de bloqueo parlamentario en el caso del alemán. No se agarraron al cargo como una garrapata para intentar protegerse de los tribunales, ni tampoco esperaron a que empezaran a sacar anuncios a toda página contra la solvencia de su país en el Financial Times.
Guerra PP – Vox en Extremadura
De momento, los únicos que van a tener la suerte de poder votar son los extremeños. Y ojo porque la campaña extremeña se está calentando muy rápido. Sánchez se emplea a fondo para que su candidato no se desfonde, porque todos sabemos que lo van a sentar en el banquillo por haber colocado al hermanísimo. Pero con el PSOE fuera de combate, ¿qué está pasando?. Pues que PP y Vox están matando entre ellos.
Me temo que nuestro Santi (Abascal) está viniendo muy arriba, a ver si es verdad que se ha creído Hernán Cortés. Ojo, es verdad que está subiendo las encuestas, pero en la mejor de sus encuestas el PP le saca más del cuádruple de votos. El PP está en unos 30 escaños y Vox en 7. Repito, 30 / 7. No parece que Abascal con esa proporción de votos tenga autoridad para pedir la cabeza de quien le cuadruplica en escaños. Y, claro, Guardiola se ha enfadado.
Así están las cosas entre los dos partidos llamados a desbancar al sanchismo. Ojo con las heridas que se abran en Extremadura durante esta campaña, entre los de Abascal y los de Feijóo. Ojo, porque esa gangrena se puede acabar extendiendo al resto de territorios a lo largo de 2026 y no hace falta que te diga quién es el único beneficiado de esa reyerta. Te doy una pista: vive en Moncloa, recomienda libros que no ha leído en TikTok y no conoce de nada a José Luis Ábalos.



