En esta sección de ‘Herrera en COPE’, Antonio Agredano mezcla lo “cotidiano y exótico” con una particular visión de las cosas de la vida capaz de equiparar con lo más sorprendente en sus "Crónicas perplejas".

Todo pasa por algo. Cuando las cosas me salen mal, cuando fracaso, cuando la lio de verdad, cuando realmente noto el peso del mundo sobre mí. Digo: Todo pasa por algo. Creo que la vida tiene su equilibrio. Que lo que nos parece fruto del azar es, en realidad, un engranaje tan desconcertante como preciso.

Quizá un coche que no arranca nos salva de una cita aburrida. Quizá un pantalón roto en el peor momento hace que se fije en nosotros la que terminará siendo la mujer de nuestra vida. Quizá llegar tarde o llegar pronto o poder hacer algo o ser incapaces de hacerlo son partes de un mismo plan. Porque todo pasa por algo. Todo tiene un sentido. Hasta el caos responde a un orden invisible.

Por eso, una noche, cuando iba a empezar el concierto, y mi amplificador retumbó y se quedó mudo y me quedé ahí tocando el bajo sin sonido, hasta que tuvimos que parar el concierto, la gente abucheó… yo quería morirme, quería desaparecer… Por eso, decía, esa noche, cuando los técnicos salieron a una sala cercana, trajeron un viejo amplificador prestado… y tras un retraso de media hora, volví a enchufarme y aquello medio sonaba… y pudimos tocar… finalmente… por eso, ese día, hicimos el mejor concierto que yo recuerdo con aquella banda. Fue una noche inolvidable que empezó con algo que se rompía.

Y la gente fue feliz y nosotros fuimos felices. Porque todo pasa por algo. Y, a veces, ese algo es simplemente ser conscientes de lo que tenemos. Valorar lo que casi nunca valoramos. Detenernos ante la normalidad y decir: somos unos afortunados. Tengo todo lo que alguien puede desear. Vivamos la vida con entusiasmo, con desvergüenza, sin guardarnos nada…

Al menos, hasta que llegue el día del largo viaje: fuerza, orgullo y rock and roll.

Las 'Crónicas perplejas' de la semana de Antonio Agredano

'Crónicas perplejas': “Las escenas que se viven desde la butaca de un cine sobreviven para siempre"