'Crónicas perplejas': "Es difícil ser dos. Pero tampoco es fácil cuando sólo somos uno"
Habla Antonio Agredano del amor a primera vista

Habla Antonio Agredano en sus 'Crónicas perplejas' en 'Herrera en COPE' del amor a primera vista
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En esta sección de 'Herrera en COPE', Antonio Agredano mezcla lo “cotidiano y exótico” con una particular visión de las cosas de la vida capaz de equiparar con lo más sorprendente en sus 'Crónicas perplejas'.
En lo primero en lo que me fijo de una mujer es en su biblioteca. O algo así he dicho siempre. Luego las cosas son menos refinadas, son más mundanas. Más humanas. Más sencillas. Pero suena bien para un comienzo.
Los comienzos son maravillosos. Ese tanteo, como en el fútbol, en el que los equipos se pasan el balón de un lado a otro, sin mostrarse demasiado, sin atacar, midiendo al que tienen enfrente. Calibrando su entusiasmo y su ferocidad.
Yo ya no tengo edad para esas cosas. Pero me acuerdo de cómo era. No soy ni de banderas verdes ni de banderas rojas. Pero sí soy mucho de amores a primera vista. De ese relámpago a la altura del esternón. Cuando eso pasa, es difícil encontrar cosas improcedentes. Todo me fascina. Todo me llena. Hasta lo más molesto me da ternura.
Creo que el tiempo siempre va a favor del amor. Creo que poner límites y condiciones demasiado pronto acaba con ese misterioso y fascinante mundo que es ir acoplándose; como esas naves, como esas grandes y torpes estructuras metálicas, que en la inmensidad del espacio terminan conectadas entre ellas con lentitud y precisión.
Así me he sentido muchas veces. Flotando caóticamente en una enorme oscuridad. Hasta que el amor me pone en órbita. Y me da un motivo para seguir girando. Y una ruta.
He aprendido a entender a los demás. He aprendido a mirar más hacia fuera que hacia dentro. Todos tenemos nuestros motivos para ser como somos. Es muy frío el universo. Y es el amor el que nos templa, el que nos guía, el que afina el engranaje. Es difícil ser dos. Pero tampoco es fácil cuando sólo somos uno.