El problema de la vivienda y los 80 años del desembarco de Normandía, entre las claves de hoy

Begoña Gómez y el arranque de la legislatura en Cataluña

Casi a la misma hora en la que se tomaba la foto que hoy ilustra las portadas, Pedro Sánchez y Begoña Gómez en Benalmádena, la UCO de la Guardia Civil registraba en Madrid las dependencias de la empresa pública Red.es. Buscaban los correos de caso Begoña. Como adelantó El Mundo, la orden era salvaguardar los expedientes de los contratos públicos que obtuvo el empresario Carlos Barrabés gracias al apoyo y recomendación que obtuvo de la mujer del Presidente en agradecimiento al impulso que dio el empresario aragonés a la Cátedra de Gómez en la Universidad Complutense. Como explica Ángela Martialay, el objetivo de la Fiscalía es averiguar si hay fondos europeos por el medio para reclamar la competencia de un caso que, ahora mismo, reside en el juzgado de instrucción 41 de Madrid que preside el juez Juan Carlos Peinado. El PP, lo cuenta ABC, quiere que el gobierno y sus socios se retraten y llevarán la semana que viene al Congreso una moción de defensa del poder judicial y de los medios de comunicación antes los ataques recibidos desde Moncloa. Todo, mientras que como apunta Javier Redondo, Sánchez ha decidido convertir a su mujer en reclamo electoral. El PSOE confía en convertir la imputación de Gómez en una palanca electoral.

Y lo de Cataluña, porque, como resume El Debate, el tribunal constitucional anula el voto telemático del prófugo Luis Puig, complica aún más la constitución del parlamento catalán el lunes y deja en el aire el futuro de Puigdemont. El director de El Periódico, Joan Tapia, escribe que Puigdemont sabe que con ese parlamento no va a ser elegido y él y su partido, Junts van a jugar ya sin disimulo a una repetición electoral.

80 años del desembarco de Normandía

80 años del día D y la paz en Europa vuelve a estar amenazada titula esta mañana la Razón. Los holandeses ya están votando, el primer país que vota de aquí al domingo en unas elecciones importantes aunque despierten escaso entusiasmo. Hoy hay columnas que escriben de lo que se juega Europa en estas elecciones. Arcadi Espada en el Mundo opina que más que el eje derecha-izquierda, estas elecciones se dividen entre una visión etnonacionalista de Europa y una visión cosmopolita del continente. Si algo une a Abascal, a Marine Le Pen y a Puigdemont es que los tres trabajan por esa Europa de las naciones que inexorablemente desemboca en el xenófobo principio de autodeterminación.

Sobre el previsible éxito de la derecha radical en las elecciones del domingo escribe Berta de Vega, en ABC... Europa escribe son muchas cosas buenas, libertad de movimientos, intercambio, buenas infraestructuras.

Pero desde hace unos años también es sinónimo de fondos europeos que han derivado en casos de corrupción, prohibiciones a los coches y mucha burocracia con una potencia industrial menguante. Y es en ese caladero en el que pesca el euroescepticismo de la derecha radical.

La vivienda, uno de los grandes problemas del país

El Mundo publica un estudio de Fotocasa que muestra cómo el mercado de alquiler ha dado literalmente la vuelta, sobre todo en las grandes ciudades. La conclusión principal es que compartir piso y alquilar habitaciones para vivir ya no es solo cosa de estudiantes. En ciudades como Madrid, Barcelona o Valencia, la oferta de habitaciones y apartamentos compartidos ya supera a la oferta de pisos enteros. Como dice el editorial, otro hito desolador. Un año después de la fracasada ley de vivienda, la precarización aumenta, los precios siguen desorbitados. Para muchos propietarios, ofertar habitaciones es la manera que tienen de sortear los límites al alquiler en las zonas tensionadas. Ganan más que alquilando el piso entero.

Cómo refleja El Economista, el Banco de España estima que habría que poner en el mercado 600 mil viviendas hasta 2025. O sea, a años luz de las 80 mil viviendas nuevas al año que se construyen hoy en España.