Fadi Janawi y su familia lo tuvieron que dejar todo, su casa, su bufete de abogado, sus padres, sus amigos, todo en Alepo para huir del horror de la guerra. 

En 2014 consiguió llegar a España vía Beirut gracias a la ayuda de una familia de Toledo, familia que habían conocido los Janawi cuando vinieron a la JMJ de Madrid. Aquellos días forjaron una amistad que les sirvió años después para poder venir a España y salir de Alepo, "los primeros cuatro años de la guerra fueron muy difíciles. Alepo estaba dividida en cuatro partes y donde vivíamos mi familia y yo, estábamos asediados, no había comida ni electricidad, no había nada".

Esto les llevó a pedir ayuda a sus amigos de Toledo que les invitaron para que pudieran salir de Siria, "cuando la situación fue insoportable les pedimos que si nos podían enviar una invitación para venir a España, pero no pudimos salir aquel año. En 2014 pudimos salir al Líbano para pedir visado y llegamos a Toledo y desde entonces estamos con ellos, mi mujer y mis dos hijos" cuenta con nostalgia de todo lo que aún tiene en Alepo, este abogado sirio en 'Fin de Semana' a Cristina López Schlichting.

Recuerda Fadi como la guerra está dejando un país destruido y una población, la cristiana muy disminuida, "todavía están intentando pasar este tiempo, se está intentando reconstruir las relaciones entre musulmanes y cristianos. Hay muchos musulmanes buenos, pero también hay muchos radicales" que han destrozado todas las iglesias, ya sean cristianas como ortodoxas, "la catedral está destruida, la catedral grecocatólica, también la de los greco-ortodoxos, todas las iglesias han sido bombardeadas, están todas destruidas total o parcialmente".

Fadi y su familia no pierden la esperanza de volver un día a una Alepo, a una Siria, libre sin guerra en la que cristianos y musulmanes se den la mano y puedan convivir en paz. De momento Fadi, que no puede ejercer su profesión de abogado en España, trabaja en Cáritas Diocesana de Toledo.