La inscripción misteriosa en la copa de la Última Cena

Estamos cerca de Semana Santa y es buen momento para recordar todos los objetos que están relacionados con la Pasión de Cristo. Uno de ellos es el Cáliz, conocido por muchos como el Santo Grial, un recipiente de propiedades mágicas que concedería habilidades sobrehumanas, una epopeya que data de hace siglos, cuando un trobador cantó una poesía que ha llegado a nuestros tiempos y que ha originado la leyendo del Santo Grial, el Cáliz en el que Cristo selló su alianza con la humanidad y que hoy en día busca su autenticidad entre los distintos ejemplares que se estudian.

Uno de ellos está en Valencia. Se trata de un cáliz tallado en piedra calcedonia y tiene un pie con asas que se añadió posteriormente. Este Cáliz, siguiendo el hilo de la historia, tiene muchas papeletas para ser el Santo Grial que busca la tradición cristiana y un reciente estudio, que se resume en el libro “El Cáliz Revelado”, escrito por Gabriel Songel, catedrático de Diseño de la Universidad Politécnica de Valencia, daría aún más veracidad a la legitimidad del recipiente.

“Desde el punto de vista compositivo, no se había arrojado ningún tipo de información” lo que le daría al Cáliz un peso histórico en consonancia con los tipos de vasos que se usaban. “La primera contribución en mi investigación fue comprobar que los patrones de diseño en las retículas con las que se diseñaban las marcas de cantero de la Edad Media, uno de esos patrones corresponde al criterio constructivo del Cáliz. Al que le encargaron diseñar el Cáliz tal y como lo conocemos en la actualidad y cómo reforzar y ensalzar la figura del Cáliz, utilizó uno de esos patrones, lo cual significa que tenía un conocimiento de la tecnología y los diseños punteros de esa época” apunta el catedrático autor del estudio. “Lo soprendente es que la inscripción de la base del Cáliz que es diminuta, obedece a otro de esos patrones”.

La inscripción que aparece en la base se puede traducir desde dos idiomas, depende de la orientación con la que se mire. Si lo miramos desde la vértical visto desde un lado, leeríamos en árabe. Si se pone de manera vertical pero de manera que se tratase de un reflejo “aparece un escrito en hebreo y tendría un mensaje mucho más potente. En árabe se traduciría como “la más resplandeciente” mientras que en hebreo se podría leer “Jesús es Dios””. Los expertos en escritura hebreo dicen que no hay antecedentes de este tipo de traducción, pero por como están dispuestos los símbolos, perfectamente podría significar lo que propone el investigador.

La historia que sigue al Cáliz, su concordancia con otros objetos de la historia, como las monedas de Sancho Ramírez y la manera en la que estaba acuñada, “la curva de las asas del Cáliz es exactamente igual que la que aparece en la plantita del Salmo de Isaías del Tronco de Jesé. La estructura de las asas con el vástago central en vez de una Cruz es una copa”. Sería en el siglo XI cuando se pudo componer este Cáliz.

También hay registros en un documento escrito sobre la procedencia de este Cáliz, que ya en siglos pasados se pensaba que estuvo presente en la Última Cena.

Este Cáliz, para más inri, estaba escondido en el listado con el que hacían inventario en San Juan de la Peña, donde estuvo escondido durante años después de venir a España por las persecuciones de Cristianos en Roma.

Así que, aparte de las rencillas entre recipientes sujetos a duda por su veracidad, parece que el Santo Cáliz de Valencia no va por detrás, sino que tiene todas las papeletas para demostrar ser el Santo Grial.

Puedes escuchar toda la entrevista con Cristina L. Schlichting en el player y conocer todos los detalles del Santo Grial de Valencia.