Cada vez más, cuando vamos por la calle, lo que más miramos es el móvil. Es peligroso, muy peligroso. Pero además, nos impide ver el arte que se esconde en las calles… ¿te has fijado bien en los rótulos, de toda la vida, que hay en cada esquina de Madrid? O de Barcelona, Pamplona, Valencia, en cualquier pueblecito de Galicia…

¿Te has fijado en esa cafetería de los años 70 con el letrero luminoso, que no podría pasar desapercibida?

¿O en la carnicería que lleva en el barrio toda la vida, anunciada sobre la entrada en colores rojo y azul?

¿Y en la palabra “farmacia”, escrita en mosaico en blanco y azul, precioso, como las “boticas” antiguas?

Hay mucha historia detrás de cada rótulo, y también diseños dignos de fotografiar, documentar, y preservar.

Óscar Brako es miembro de la Red Ibérica en Defensa del Patrimonio Gráfico, que precisamente, se encargan de que estas maravillas, estos rótulos, no se pierdan: "Desde hace años existían varios proyectos de hacer una asociación, éramos muchos en este tema del patrimonio artístico nacional. Fue en 2019 en una exposición cuando nos reunimos y fue el germen."

Un caso concreto es el del rótulo ‘Curtidos Baranda’. En 1928, este negocio de pieles se instaló en la calle Santa Isabel, inicialmente con un rótulo de madera. Pero en los años 50, un famoso decorador de vidrio de Madrid, Miguel Francisco García –más conocido como "Sicilia"-, pintó el cartel que aún hoy sigue presentando el local. Esta joya de art decó, con una base de mármol lleva 70 años en el edificio, infundiendo originalidad e historia a este lugar.

En la actualidad, allí mismo se encuentra una escuela de música que está luchando por mantener este rótulo que el ayuntamiento quiere retirar.

Carmen Vela es una de las propietarias de la escuela de música y danza El Molino de Santa Isabel: "Tengo esperanzas de que mi lucha llegue a buen puerto y cunda el sentido común. Hubo un momento en que tiramos la toalla, pero entró ahí Patrimonio Gráfico para ayudarnos y hubo esperanza."