Durante las vacaciones de verano, los ladrones hacen su agosto. Aprovechan que las familias se marchan de vacaciones para acceder a los inmuebles y arrasar con todo lo que pueden. Por ello, ofrecemos una serie de consejos para evitar encontrarte con este desagradable panorama tras regresar de tu merecido descanso, si bien es cierto que la garantía 100x100 no existe.

1. Comunicar al menor número de personas posible que la vivienda quedará vacía por vacaciones. Otro de los principales fallos que cometemos es pregonar a los cuatro vientos a través de las redes sociales que nos marchamos.

2.  Simular que en el interior de la vivienda hay gente. Para ello, algunos de los trucos más recurrentes son dejar algunas persianas abiertas, para que no parezca evidente que el hogar no está ocupado. Ello no quiere decir que las puertas y las ventanas no deban estar cerradas a cal y canto, pero sí es recomendable que entre algo de luz en la casa. Siempre que sea posible, se puede pedir a algún vecino, amigo o familiar que acceda a la casa y suba y baje algunas persianas.

3. Instalar temporizadores en las luces para que se enciendan y se apaguen de manera automática a las horas que se programen. Incluso se puede emplear ese temporizador en la televisión, y con un nivel de volumen suficiente para que se oiga desde el exterior.

4. Pedir el favor a alguien de tu entorno cercano que recoja la correspondencia, para evitar que se acumule en el buzón, lo que da pistas de que en la vivienda no están presentes sus inquilinos.

5. No dejar objetos de valor a la vista. Mejor tenerla a buen recaudo en una caja fuerte.

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6. En caso de disponer de alarma o algún sistema de seguridad, activarla antes de irte de vacaciones.