Hace poco han saltado noticias de que han llegado a la Tierra ondas de radio extrañas que podrían ser extraterrestres y son… un misterio. Y como en Fin de Semana nos encanta hablar de misterio e intentar darles respuesta, Jorge Alcalde, nuestro sabio colaborador director de las revistas Quo y Esquire, nos ha iluminado.

Alcalde ha contado que se trata de “ondas veloces de radio, unos mensajes que nos llegan desde el especio exterior, muy, muy lejos, de hecho 500 millones de años luz o más, las conocemos desde hace poco, concretamente desde finales del siglo pasado y que ahora nos sorprenden porque llegan con una periodicidad extraña, con ‘ritmo’. Tienen cuatro días de emisión y luego pasan doce días sin ellas, luego otros cuatro días con sonido, otros doce sin él… por lo que esto tiene pinta de ser artificial, no hay casi nada en la naturaleza con esta ‘ritmicidad’ y exactitud. Lo más lógico es que no sean extraterrestres”.

El divulgador científico ha explicado que “el Cosmos transmite información de muchas maneras, en muchas frecuencias de onda, y en muchas partes del espectro electromagnético. Nosotros lo más obvio que vemos es la luz de las estrellas, es una forma de conocer lo que ocurre allí, o la luz que rebota en un planeta y nos llega, está cargada de información”. “Pero hay otras formas de emisiones”, añade, “como el ultravioleta que no vemos pero podemos detectar, o infrarrojos, o rayos X o Gamma, u ondas de radio, como la que emiten los objetos cósmicos muy energéticos. Pueden recibirse en los telescopios de la tierra, analizarse y descubrir cosas que nos ‘quieren contar’. Es algo parecido a usar una pelota de ping pong, la lanzamos contra una pared y escuchamos el sonido del rebote. Casi escuchando solo el sonido podemos saber qué tipo de pared es porque el sonido es distinto según el material. Pues escuchando el sonido de esas ondas de radio podemos saber si es un planeta, una estrella, el tamaño, la composición, etc”.

Esta señales “lo más probable es que se estén produciendo constantemente y en todas direcciones”, concreta Alcalde, quien también aclara que “nosotros solo vemos algunas, aquellas que vienen en dirección a los aparatos que tenemos en la Tierra. Hemos descubierto muchas emisiones diferentes de ondas rápidas de radio y la mayoría de ellas han sido detectadas de forma efímera una sola vez y no han vuelto a ocurrir y nos han servido para intuir de dónde vienen y cuál puede ser su origen. La novedad de esta es que estas emisiones vienen de un sitio muy concreto y son cíclicas, repetitivas, y eso nos permite conocerlas mejores y vamos a poder estudiarlas durante mucho más tiempo y los científicos nos podrán decir con mayor exactitud cuál es el origen”.

¿Entonces podemos hablar de extraterrestres intentado contactar con nosotros? ¿Un mensaje estilo ‘Contact’? ¿Conoceremos por fin a E.T. o nos encontraremos un Depredador o un Alien? No lo parece a tenor de las explicaciones de Jorge: “Lo más prosaico, sin irnos a los extraterrestres, es que sea una estrella circulando alrededor de un agujero negro, y nada más nos llega la emisión cuando aflora al otro lado del agujero. Como hace un giro muy rápido por estar tan cerca, se ha convertido en un giro casi exacto, como los patinadores que dan vueltas muy rápidas sobre sí mismos. Algo parecido puede pasar con este astro y es lo más probable que haya ocurrido. Nos quedamos sin aliens y además si llega a ser una llamada de auxilio sería tarde porque el mensaje que hubieran enviado llegaría 500 millones de años más tarde, así que poco íbamos a poder hacer”, remata entre risas.