Lo que no puede decir nadie es que las primarias del PP han defraudado. Si estuvo vibrante y casi agónico lo de Susana Díaz y Pedro Sánchez, lo de los populares -sin tantas diferencias ni animadversiones- tiene su alegría. Ayer, en este programa, Soraya Sáenz de Santamaría, que lleva una leve ventaja, proponía a Pablo Casado juntarse ya en una candidatura conjunta y sumar fuerzas para la batalla contra el PSOE

El ánimo de los barones parece que va por ahí también y ayer entró en la campaña Alberto Núñez Feijóo, el barón gallego, para apoyar la tesis de la unidad

Sin que llegase a acabar ayer 'Fin De Semana', Pablo Casado rompía la baraja y se negaba a acuerdos. Quiere llegar a la segunda vuelta y ganar a Soraya e insiste en que hay que regenerar el partido a fondo, hacer cambio generacional y volver a los valores fundadores: unidad nacional, libertad individual y humanismo cristiano.

La reconstrucción del Partido Popular tras la salida de Mariano Rajoy deja respirar cómodamente a Pedro Sánchez, que con 84 escaños y sin convocar las elecciones que anunció que haría tras “un breve período”, se ha hecho el rey. A río revuelto, ganancia de pescadores.

Lo peor está siendo el pago del peaje a quienes lo han aupado al poder. En 15 días nos ha dejado el patio hecho un campo de rastrojos. A Podemos le ha dado el máximo número de consejeros en la Radio Televisión Española, tomada contra las normas; con el PNV ha pactado benevolencia con los etarras y con PDeCAT y Ezquerra la vuelta de los políticos golpistas a Cataluña y la concesión de varias de las medidas de Gobierno separatista que habían sido recurridas al TC. El PSOE se ha visto incluso obligado a reconocer públicamente este pago, porque así lo exigió Esquerra, escuchamos a Carmen Calvo y a Meritxell Batet.

Parte de esta entente cordiale es la escenificación del diálogo. Conversar y abrirse es siempre bueno, pero si uno de los comensales de la cena repite “o referéndum o referéndum”, la cosa se hace imposible antes de los postres.

Mañana es el encuentro entre Pedro Sánchez y Quim Torra y el presidente de la Generalitat ya ha dejado clara su postura:

La Constitución es la norma que nos hemos dado para convivir en paz en España y para Torra no obligatoria. Se ampara en un inexistente derecho de autodeterminación que también podríamos reclamar los de Tabarnia o los de mi barrio. Pues ustedes me dirán.

Entretanto sigue el bullying en las calles, venga plásticos amarillos contaminados por todas partes, venga propaganda separatista en los organismos de todos, venga declaraciones republicanas por parte de las autoridades que se supone que representan también a esa mayoría catalana que piensa completamente distinto.