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"¡Muy buenos días, España!

Ya estamos todos aquí, los de Fin de Semana a tu servicio. Se les ha pegado, oye, a los de la Cumbre del Clima, capitaneada en Madrid por Chile, se les ha pegado la incapacidad de los españoles para cerrar consensos generales. Y ahí siguen, los de la COP 25, sin poder suscribir entre todos un texto común. Es la cumbre del clima que más se ha tenido que alargar, porque no hay forma de hacer un documento final y firmarlo. Desde el viernes llevan prolongando la cosa, y no hay manera. Se les ha pegado el virus nacional del quítate tú, que yo mando.

Que es lo que mañana va a hacer Pedro Sánchez convocando a los dirigentes de los partidos para hacer el paripé. Decirles que sí, que está todo muy bien, pero que él va al Gobierno con los chavistas de Podemos y los independentistas del 155. Empieza la ronda con el PP y Ciudadanos, por separado, que no quiere que quepa la más mínima posibilidad de una negociación alternativa real a tres bandas.

Con la fuerza de los lideratos nuevos, Inés Arrimadas se resiste como una leona, a su vez, a tirar la toalla.

Pero es que esto parece hecho. En Esquerra Republicana, que en breve elegirá a Pere Aragonés como cabeza, en el congreso interno del partido del día 21, el que ahora es vicepresidente ya se ufanaba de que la mesa bilateral con los socialistas tendrá entre sus platos principales el referéndum y los presos. Es la forma de laminar todo el esfuerzo de los jueces para poner freno a los excesos de octubre de 2017. No hay quien nos entienda a los españoles.

Y ayer el urdidor de todo esto, el celestino oficial del parto entre socialistas y secesionistas, Miquel Iceta, recibía su premio. Fue reelegido como líder del Partido Socialista de Cataluña. Otra vez bailó ante su auditorio, tras producirse la votación.

Los barones discrepantes con la nueva política del PSOE, Lambán y Page, recibieron su correspondiente tirón de orejas. Así ha sido interpretada la frase de ayer de Carmen Calvo en este encuentro del PSC.

Los socialistas de Cataluña y los socialistas de España. Hasta el lenguaje está estudiado y medido al milímetro.

El palacio de Moncloa ya tiene sus bolas y su árbol colocado, que será el marco para una reunión inútil con los partidos a partir de mañana. Para lo que sí sirve esta ronda es para introducir en ella a Torra, que venía exigiendo una llamada del presidente en funciones. Aunque el jefe de la Generalitat ya ha dicho que considera insuficiente el gesto, Pedro Sánchez ha encontrado la liturgia para irse a arrimando a su objetivo. Con Esquerra ya ha concedido transformar el golpismo en “conflicto político catalán”, que repite una y otra vez, según le han mandado; cambiar las alusiones a la Constitución por lo de marco jurídico y aceptar una mesa bilateral. Con Torra, concede coger el teléfono, cosa que antes se negaba a hacer.

Como también le interesa sumar a Bildu al pacto frankestein, se le ha ocurrido poner al mismo nivel a los de Otegui y los de Abascal y le ha encargado a Adriana Lastra, que gritaba en campaña que VOX era el fascismo, reunirse simultáneamente con ambas formaciones. VOX ha dicho que nanai, que no piensa ir ni a cita alguna con Sánchez, ni con su lugarteniente".