La encrucijada de la Generación Z: el dilema entre estudiar por vocación o por un buen sueldo
Casi la mitad de los jóvenes españoles se arrepiente de haber elegido su carrera por la empleabilidad en un país que lidera el paro juvenil europeo

Jóvenes antes de entrar en el exámen de la EVAU
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España se enfrenta a una compleja realidad laboral que afecta especialmente a los más jóvenes. El país no solo lidera el paro en la eurozona con una tasa del 10,5%, sino que también encabeza el ranking de desempleo juvenil en la Unión Europea, con 467.000 menores de 25 años sin trabajo, lo que supone un 25% del total. En este contexto, un reciente estudio de Randstad revela una profunda paradoja: el 49% de la generación Z en España se siente apenado por haber elegido su sector profesional en función de la empleabilidad, y un 35% lamenta haber entrado en su industria actual porque no se corresponde con su verdadera vocación. Este debate ha sido el tema central en el programa ‘Fin de Semana’ de COPE, dirigido por Cristina López Schlichting, junto a sus colaboradores, el psicólogo Pedro Martínez, la endocrina Carmen Candela y Ingerborg Schlichting.
Vocación y pragmatismo: la fórmula del 50/50
Ante la pregunta de si se debe estudiar por vocación o por salidas laborales, el psicólogo Pedro Martínez ofrece una respuesta contundente: “fifty fifty”. Sostiene que, si bien es crucial considerar las oportunidades laborales que ofrecen ciertas profesiones, "no podemos olvidar la vocación". Para Martínez, la vocación es el conjunto de intereses, habilidades y valores que permite a una persona sostenerse en el tiempo. Define la vida laboral como “una maratón, una carrera de fondo, no de velocidad”, donde la constancia es clave y la vocación aporta el combustible necesario para perseverar a largo plazo.
El trabajo, que la actividad laboral es una carrera, es una maratón, es una carrera de fondo, no de velocidad"
Por su parte, la doctora Carmen Candela introduce un matiz práctico al debate, afirmando que, en su opinión, “hay pocas carreras que requieran una vocación específica”. Señala que estudios como ADE (Administración y Dirección de Empresas) se eligen más por su utilidad que por un llamado interior, a diferencia de profesiones como medicina, magisterio o periodismo, que sí considera eminentemente vocacionales. Candela observa que muchos jóvenes estudian carreras como Derecho para luego especializarse en campos tan dispares como la moda o la comunicación. Según ella, la clave del éxito reside en encontrar “una proporción” entre la satisfacción personal y un incentivo económico adecuado, ya que una cosa sin la otra difícilmente se sostiene.
La defensa de la pasión frente a la insatisfacción
Una visión más idealista la aporta Ingerborg Schlichting, quien defiende la “vocación total”. Considera que realizar un trabajo que se aborrece es “lo peor que te puede pasar en la vida”, una afirmación que, según los datos del estudio de Randstad, resuena en muchos jóvenes. Schlichting conoce casos de ingenieros y abogados que, a pesar de su éxito, “se hartan tanto” que sueñan con abandonarlo todo para dedicarse al campo. También critica las barreras administrativas, como las notas de corte, que impiden a jóvenes con talento para las artes o la música seguir su verdadera pasión, argumentando que “quizás no debían de ser carreras universitarias, sino escuelas especiales”.
Realizando un trabajo que en el fondo lo aborreces, es lo peor que te puede pasar en la vida"
La propia conductora del programa, Cristina López Schlichting, comparte su experiencia como “una periodista privilegiada” cuya pasión por su oficio fue el motor que la impulsó y le ha permitido superar los obstáculos. Sin embargo, Carmen Candela le recuerda que el idealismo de los veinte años choca con la realidad de la vida adulta: “vas creciendo y vas diciendo, vale, tengo que llevar dinero a mi casa”. Insiste en que las circunstancias actuales son mucho más complicadas para los jóvenes, que a menudo necesitan dos sueldos para mantener un nivel de vida que antes se lograba con uno solo.
Finalmente, los colaboradores alcanzan un consenso en torno a la idea de equilibrio. Como resume Ingerborg Schlichting, tiene que haber una proporción: “el éxito es que sea proporcional, la vocación que tú has elegido [...] y luego una proporción también con un incentivo económico”. La conclusión, suscrita por todos en la tertulia, es que la satisfacción profesional a largo plazo depende de una combinación armónica entre la pasión personal y una remuneración justa que permita el desarrollo de un proyecto vital completo, tanto en lo personal como en lo familiar.
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.



