Despierta de un coma sin 15 años de recuerdos y no reconoce a su marido ni a su hija: "Me tuve que volver a enamorar"

La historia de Ana Castillo podría ser el guion de una película. Esta mujer, asesora pedagógica de profesión, sufrió en 2021 una meningitis herpética fulminante que la dejó en coma durante cinco días. Al despertar, con 41 años, se encontró con que 15 años de su vida habían sido borrados de su memoria, un reseteo completo que la obligó a enfrentarse a una realidad que no reconocía.

Despertar en una vida ajena

En una entrevista en el programa ‘Fin de Semana’ de COPE, con Cristina López Schlichting, Ana Castillo ha relatado el desconcierto de sus primeros momentos. Al despertar, no reconocía a su marido Juan ni a su hija Amalia, de solo seis meses. "¿Cómo que tenemos una hija? ¿Quién eres tú?", fue su reacción. Para ella, era como observar la vida de una desconocida, sin reconocerse siquiera a sí misma en las fotografías que le mostraban.

Curiosamente, sí reconocía a sus padres y hermanos, pero no entendía por qué estaban allí. "¿Qué hacéis aquí?", les preguntaba desconcertada. La respuesta la enfrentaba a una realidad que su mente había borrado: su reciente maternidad y el inicio de una nueva etapa laboral.

Reaprender a amar: un nuevo comienzo con su familia

Uno de los mayores desafíos ha sido reconstruir el vínculo con su hija, un proceso que ha descrito como similar al de una adopción. "Yo sé que tuve una hija porque tengo una cesárea", ha confesado, admitiendo que el instinto maternal no fue inmediato. Al principio, el llanto de la bebé le resultaba ajeno: "La niña lloraba y yo era como, '¿y por qué llora?'. No tenía el instinto maternal de ir a cogerla", explica Castillo.

La relación con su marido, Juan, también tuvo que empezar de cero. Su esposo adoptó una postura de paciencia y respeto, dándole espacio para que lo redescubriera. "Si me elegiste una vez, ¿por qué no elegirme otra vez?", le dijo él, una filosofía que ha permitido que se reencontraran y volvieran a enamorarse. "Es él. Estoy enamorada de él porque es una persona que me ha dejado [ser]", afirma Ana.

Una nueva vida y una misión

Ana Castillo ha tenido que aceptar una dura realidad: los recuerdos perdidos no volverán. "Ya me tuve que despedir de la antigua Ana", afirma con resignación. Su recuperación no consiste en recuperar el pasado, sino en construir un nuevo presente, lo que ha implicado reaprender tareas cotidianas como usar un ordenador, que antes dominaba a la perfección.

Este reinicio también le ha permitido redescubrir sus relaciones de amistad. Desde su nueva perspectiva, ha vuelto a elegir a las personas que la rodean, un hecho que una de sus amigas celebró con emoción: "Qué bueno que has elegido volver a ser mi amiga", le dijo, "porque tú a mí me has elegido como amiga en tu nueva vida".

Actualmente, Ana Castillo es miembro de la Asociación Española contra la Meningitis y busca dar visibilidad a una enfermedad cuya recuperación, como la suya, a menudo es invisible. Subraya que el daño cerebral adquirido no solo afecta al paciente, sino a toda la familia, y trabaja para ayudar a quienes enfrentan situaciones similares. Su historia es un testimonio de resiliencia y de la capacidad de construir una vida llena de sorpresas incluso cuando la memoria ha desaparecido.