El boom de los opositores en España: "Hay mucho paro y la gente tiene miedo"
¿Por qué opositar empieza a convertirse en la primera opción para muchos jóvenes españoles? La Escuela de Vida, con Ingeborg Schlichting, Carmen Candela y Pedro Martínez, abordan la cuestión

La Escuela de Vida, sobre las oposiciones
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El Observatorio del Opositor 2025, elaborado por la plataforma online Opositatest, dos de cada diez españoles en edades comprendidas entre los 18 y los 55 años se plantea estudiar una oposición. Son más de cinco millones de personas.
Son muchos los jóvenes que, a la hora de decidir su futuro profesional, optan por empezar estudiando una oposición. Según esta plataforma, el principal motivo es la búsqueda de estabilidad laboral, ya que la conciliación familiar es más sencilla. El segundo motivo es una vocación y el tercero el sueldo.
Pedro Martínez, el psicólogo de cabecera de Fin de Semana, confirmaba que "los jóvenes, y nosotros, pretendemos una estabilidad que apoye un proyecto de vida. Lo incierto del mercado labora, la inseguridad, hace plantearse a los jóvenes que la mejor opción para obtener esa tranquilidad es opositar (...) La oposición es costosísima, a veces se infravalora porque requiere muchísimo esfuerzo y mucha dedicación. Empiezan con esa disposición y, a medida que avanza el proceso, empiezan a ver la realidad".
Diversos estudios confirman que hay más mujeres que hombres opositando, en muchas ocasiones combinando el estudio de la oposición con un trabajo a jornada completa: "Si la mujer opta por la maternidad es muchísimo mejor ser funcionaria que estar en la empresa privada" aseveraba la médico endocrino Carmen Candela.

¡La Escuela de Vida!
Una visión que comparte la matriarca Ingeborg: "Creo que es más cómodo ejercer como madre trabajando en un sitio público que en el mercado libre que exige mucho más esfuerzo". Según el psicólogo, debería hacerse una reflexión sobre el modelo de empleo que se ofrece a los jóvenes: "Hay una itinerancia grande, hay pocas posibilidades de tener un proyecto de carrera en una empresa y, al final, no se conserva el talento".
En España, añadía Ingeborg, "tenemos muchísimo paro y la gente tiene miedo, si pierde su trabajo, de encontrar otro en condiciones más o menos iguales". Algo distinto a lo que sucedía en su Alemania natal donde "el despido libre ya existía y nadie estábamos preocupados porque había trabajo de sobra. Ahí está el problema. Cuando el mercado está saturado de trabajo no hay problema porque alguien competente enseguida encuentra otro. Pero no es el caso de España".