Es un signo del compromiso de la diócesis gaditana con los migrantes que llegan, tantas veces en condiciones dramáticas, a su territorio. El carisma de los Misioneros de San Carlos, conocidos como Scalabrinianos, consiste precisamente en atender a aquellas personas que por diversas circunstancias se ven obligadas a dejar sus hogares y buscar el sustento y una vida mejor para sus familias en otras naciones lejanas de las suyas, siguiendo los pasos de su fundador el beato Juan Bautista Scalabrini.

El obispo de Cádiz y Ceuta, Rafael Zornoza, ha recibido los primeros misioneros que se van a establecer en la diócesis, y ha dispuesto que se hagan cargo de la parroquia Nuestra Señora del Carmen de Algeciras. Además, su labor pastoral estará enfocada a sensibilizar a la población sobre las causas y consecuencias del fenómeno migratorio y atender a los migrantes y refugiados de la zona del Campo de Gibraltar y Ceuta, en colaboración con la Pastoral de Migraciones de la diócesis. Su trabajo lo desarrollan principalmente en la atención pastoral en casas de acogida, parroquias con importante presencia de migrantes y medios de comunicación.

De momento son tres los scalabrinianos que se van a asentar en la diócesis: el padre Sante Zanetti será el párroco de Nuestra Señora del Carmen y el padre Jeff Noël será su vicario parroquial. Por su parte, el Padre Livio Pegoraro será coordinador del Secretariado Diocesano de Migraciones en el Campo de Gibraltar y Ceuta.

Esta congregación comenzó su ministerio de acogida y de hospitalidad hacia todo tipo de migrantes, deportados y refugiados en 1985, abriendo la primera Casa del Migrante en Tijuana. Están presentes en 30 países de los cinco continentes para promover la promoción integral de los migrantes en su aspecto cultural, social y espiritual, un campo prioritario para la misión de la Iglesia como tantas veces recuerda el papa Francisco.