Es un fenómeno cada vez más frecuente en Europa: personas adultas que reciben los sacramentos tras encontrarse por primera vez con la fe, o tras un largo periodo de alejamiento.

Nos fijamos en esta ocasión en Oviedo, en cuya catedral han recibido los sacramentos de la Iniciación cristiana, Bautismo, Eucaristía y Confirmación, sesenta personas, tras su formación en el Catecumenado de Adultos. Se trata de un fenómeno cada vez más habitual en Europa. La formación sebasa en profundizar en los contenidos del Credo, en los sacramentos y en la vida cristiana. Son personas con mucha inquietud espiritual, con una experiencia de vida a sus espaldas que tiene que medirse con la propuesta de la fe.

Como explica Rita María Jiménez Carvajal, una de las catequistas, los adultos dan mucha más vueltas a las cosas que los jóvenes, pero son extraordinariamente receptivos, y es muy gratificante ver que poco a poco va calando incluso aquello en lo que no habían pensado o no se habían planteado, y sobre todo ver la sed de Dios y la inquietud espiritual que tienen.Rita destaca cuánto disfrutaban de las catequesis: parecía que el tiempo siempre se les quedaba corto, y siempre quedaban preguntas por plantear y responder. Lo más impresionante para ella es ver a gente que está buscando a Dios y que lo está encontrando.

La ceremonia de recepción de los sacramentos en la catedral de Oviedo habría tenido que celebrarse en mayopero el confinamiento lo hizo imposible, y esa espera ha hecho que la hayan vivido aún con más conciencia y alegría.