La Semana Nacional para Institutos de Vida Consagrada que organiza el Instituto Teológico de Vida Religiosa celebra este año su edición número 48 con el lema “A vino nuevo, odres nuevos”.

Esta cita que reúne cada año a expertos en actualidad de la Iglesia, se desarrollará en Madrid desde el jueves 25 hasta el domingo 28 en la sede del instituto.

En El Espejo, su director, el claretiano Carlos Martínez Oliveras, ha subrayado lo más importante en el proceso de renovación de la vida religiosa es "poner en el horizonte siempre el acento misionero".

Respecto a la elección del lema de este año el director ha explicado que tiene que ver con la invitación que ha hecho el Papa Francisco a que iniciemos procesos de conversión personal, pastoral y también en la vida religiosa, "que también debe preguntarse qué reformas tiene que hacer".

En este sentido, Carlos Martínez Oliveras ha explicado que la vida religiosa debe atender a tres cuestiones fundamentales. La primera de ellas, poner en el centro el Evangelio de Jesús, porque de ahí nace su radicalidad. En segundo lugar, atender los signos de los tiempos para responder a las nuevas necesidades con nuevos lenguajes. Y por último, cuidar los acentos propios de cada congregación, cuidando al mismo tiempo la comunión eclesial.

Respecto a los principales retos a los que se enfrenta actualmente la vida religiosa, el director de la Semana Nacional para Institutos de Vida Consagrada ha destacado "la vuelta a las raíces", "vivir la comunión", así como cultivar el sentido de comunidad. También se ha mostrado optimista respecto al momento que vive la Iglesia: "las tensiones y las crisis son también oportunidades para crecer, cuando se aprovechan.