Entre otras cosas, reivindican que no se retrase la aprobación y entrada en vigor de ciertas disposiciones de la Ley de la Alimentación.

En concreto, exigen que el Consejo de Ministros apruebe el 12 de diciembre, cuando estaba previsto, las disposiciones relativas a la venta a pérdidas, la regulación de las promociones y la prohibición de precios abusivamente bajos que, según las organizaciones, son instrumentos indispensables para que se tengan en consideración los costes de producción de los agricultores y para que haya un mejor reparto del valor a lo largo de toda la cadena alimentaria. El ministro de Agricultura galo, Didier Guillaume, ha anunciado que se retrasará la aplicación de algunas de ellas.

Además, los representantes de los agricultores y ganaderos franceses piden la intervención del Estado tras los ataques de organizaciones animalistas contra carnicerías y mataderos. También rechazan las medidas relacionadas con la eliminación del glifosato; en particular piden que Greenpeace y el propio Gobierno francés dejen de publicar mapas en los que se recogen las parcelas que se han declarado “sin glifosato”. Por otro lado, rechazan la tasa a la “contaminación difusa”, que se aplica a las ventas de productos fitosanitarios.

Las movilizaciones adoptarán una forma diferente dependiendo de las zonas. Las organizaciones convocantes han señalado que sus actos de protesta no tienen relación con los que están llevando a cabo los llamados “chalecos amarillos” (aunque comprenden sus reivindicaciones) porque el campo tiene sus problemas específicos.