General, ¿Cómo ha podido usted asegurar que la Guardia Civil tiene “como meta minimizar el clima de crítica al gobierno”, o sea, echarle un cable al gobierno en detrimento del derecho constitucional de los ciudadanos a la libertad de expresión?.  ¿En qué pasillo proceloso ha dejado usted la neutralidad y la defensa de los ciudadanos a los que todo guardia civil está obligado?. ¿Cómo ha podido meterse y meter a la Guardia Civil en ese charco? . ¿Cómo ha sido capaz de poner en tela de juicio el trabajo de docenas de miles de guardias civiles que hacen su trabajo, de manera impecable, al amparo de la Constitución?.

Hoy, General, reconociendo públicamente que cumple y hace cumplir órdenes que confrontan con los derechos constitucionales, le ha fallado usted a la Institución a la que representa y cuya principal obligación es respetar y hacer respetar la Constitución.

Si esa orden existe, cosa que no dudo, usted y sus mandos superiores, porque los tiene, saben que están legitimados por el Tribunal Supremo para NO CUMPLIR órdenes ilegitimas, al margen de la ley o anticonstitucionales. 

Si esa orden es inexistente y usted se limitó a leer una parrafada escrita con el ánimo de soliviantar a los ciudadanos y minar la confianza y el respeto que todos tenemos en nuestra Guardia Civil, en ese caso, es usted indigno de llevar ese uniforme tantas veces empapado en la sangre de quienes dieron su vida por nuestros derechos y nuestra libertad. 

Usted, General, con sus palabras, ha decepcionado a millones de españoles y, sobre todo, ha defraudado a docenas de miles de guardias civiles que se dejan la piel y la vida, cada día, para velar por nuestros derechos y por nuestras libertades. 

Hoy, como ayer y como siempre, decenas de miles de hombres y mujeres que conforman la Guardia Civil, a pesar de la duda que usted ha sembrado sobre ellos, estarán al pie del cañón en caminos, carreteras, pueblos y ciudades y en primera línea de fuego en la guerra contra el Covid-19, siempre y en todos los casos, con un respeto escrupuloso a las normas constitucionales. 

Esa es nuestra Guardia Civil, la de siempre, la que nos ha protegido y nos protege incluso con su vida, también de enemigos invisibles como el coronavirus. Esos son nuestros guardias civiles, defensores a ultranza de nuestros derechos fundamentales y vigilantes permanentes para garantizarnos su cumplimiento. Esa es nuestra Guardia Civil, querida y respetada y no un mando, un General, que consciente o inconscientemente, con sus palabras insensatas, imprudentes y quién  sabe si traicioneras, le ha dado munición a quienes llevan tiempo queriendo acabar con la Institución, para que sigan intentándolo

Nos ha avergonzado y decepcionado a muchos, pero ni usted ni diez gobiernos con intereses espurios podrán secuestrar el reconocimiento ciudadano a la Guardia Civil ni podrán robarles a ellos, a los buenos, eficaces y leales guardias civiles, el orgullo de serlo, de estar al servicio de los ciudadanos, siempre al amparo de la Constitución. 

Como dice el artículo 1º de la Cartilla del Guardia Civil,  “El honor ha de ser la principal divisa del Guardia Civil, debe por consiguiente conservarlo sin mancha. Una vez perdido no se recobra jamás”, por eso, no es de recibo que nos digan que lo suyo fue un lapsus, porque un General de la Guardia Civil ni puede ni debe sufrir lapsus y mucho menos, si ese lapsus pone en entredicho el honor, la profesionalidad, la vocación de servicio constitucional y la excelente labor de defensa de las libertades que hacen los guardias civiles, arriesgándose tanto. 

Llegados aquí y, puesto que desde el gobierno están desautorizando sus palabras en un intento claro de hacerle cargar con el mochuelo, General, por su honor, debería aclarar y demostrar quien ha dado la orden de “minimizar” las criticas al gobierno y si lo suyo ha sido, realmente un lapsus, a esta hora, tendría que haber presentado ya su dimisión. Sólo así, podríamos entender cómo un General de la Guardia Civil se ha metido y ha metido a la Institución  en este charco.